65. Mi estrella

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Todos allí nos miraban completamente confundidos, especialmente a Francis que era alguien extraño para la mayoría allí. Esto era una gran revelación y no estaba segura de cómo lo tomarían los padres de Adam. Sin embargo, si algo malo ocurría, sacaría a Francis de allí sin importarme nada.

Francis agarró fuerte mi mano y se aferró a mí porque le daba algo de vergüenza. Lo comprendo totalmente porque tiene miles de miradas puestas sobre él y a eso le sumamos que hay vampiros allí. Le expliqué todo lo mejor que pude antes de venir para que no se asustara, pero de todos modos es diferente verlo hecho realidad.

—Familia, él es Francis —dijo Adam nervioso—, mi hijo.

Lo primero que hice fue mirar a los padres de Adam que ya no parecían tener ningún color en la cara. Jasmine se quedó paralizada en su asiento, mientras miraba a Francis y luego a Adam. Tristán, por otro lado, se quedó boquiabierto, pero con una sonrisa divertida.

—¿Él? ¿Tu hijo? ¿Cómo es eso posible? —preguntó Lucia, la mamá de los chicos.

—Es una historia que incluso a mí me cuesta entender, mamá, pero te pido por el bien de Francis que aceptes la verdad.

—Dios mío —dijo Ian, padre de Adam—, esto es...

—¿Qué? —preguntó Adam.

—Es igual a mí —respondió Ian—. ¡Lucia, ya somos abuelos!

—Ian —dijo ella golpeando su brazo—, vas a asustarlo.

Sentí que Francis apretó mucho más mi mano y yo me agaché a su altura. Acaricié su mejilla y sonreí.

—Por favor no te vayas —susurró.

—Tranquilo, no te dejaré solo aquí.

Entendía que esto era abrumador porque él vivió por mucho tiempo solo en un lugar donde solo había muerte y dolor. Tener de pronto a muchas personas preocupándose por ti es realmente difícil, especialmente para un niño tan pequeño.

—¿Cuáles son los vampiros? —preguntó tan bajo para que solo yo lo escuchara.

—Todos ellos —dije apuntando a los Bravhe y a Mia—. Ella, Mia, tendrá un bebé que será tu primo.

—¿Ella es hermana de Adam?

—No. Tristán —dije apuntando a flechas locas— es el hermano de tu papá, tu tío.

—Ya veo —dijo confundido—. ¿Y mi tía? Dijiste que tengo otra tía.

Me puse de pie y apunté a Jasmine.

—Ella es Jasmine, tu otra tía —dije sonriendo—. Es mucho más asombrosa que yo, pero no me quejo.

—Hola, Francis —dijo ella sonriendo.

—Ellos, Ian y Lucia, son tus abuelos, padres de Adam y él —dije apuntando a Christopher—, el hombre malhumorado, es mi hermano. Se llama Christopher y es padre de Mia.

—¿Entonces él es mi tío también? ¿Mia es mi prima?

—No precisamente porque no es hermano de tu madre. ¿Recuerdas que te dije que tu mamá y yo tenemos diferentes padres?

—Sí, lo recuerdo —dijo.

—De todos modos, aquí todos somos familia y siempre puedes confiar en todos ellos.

—¿Y él quién es? —preguntó apuntando a Clemente.

—Oh, ese anciano —dije riendo— es Clemente. Él es mi papá.

—Y tú eres como mi mamá, así que él puede ser mi abuelo, ¿verdad? —preguntó él.

Miré inmediatamente a Adam y luego a todos los demás. Creo que yo estaba más nerviosa que el mismo Francis y me sentía muy vulnerable.

—Claro, puedes llamarlo así si quieres —dije en un suspiro.

—Hola —dijo Clemente.

Francis sonrió un poco y saludó con su mano a todos allí. Ya se sentía un poco más en confianza, lo cual me aliviaba mucho.

—Debemos hablar algo importante ahora, ¿si? Daniel está esperándote afuera con Will —dije.

Francis miró a Adam y este asintió. Cuando Francis salió del salón, suspiré profundamente y me acerqué a Adam porque era el único que podía calmar mis nervios en estos momentos.

—Necesitamos una explicación, Adam —dijo Lucia—. Lo hecho está hecho y acogeremos a Francis porque es parte de la familia, pero necesitamos saber cómo pasó.

—¿Recuerdan cuando Sabrina supuestamente murió? —preguntó Adam—. Estaba embarazada y para no hacer la historia muy larga, no encontró nada mejor que dejar a nuestro hijo en una dimensión horrible.

—¿Es una broma? —dijo Jasmine enfurecida.

—Francis vivió en el reino del ángel de la muerte por siete años. Es una dimensión entre los vivos y los muertos. Quien lo trajo de vuelta al mundo terrestre fue Oliver, así que todo se lo debemos a él —expliqué—. Sé que todo esto para ustedes es bastante difícil de entender, pero les pido que comprendan y hagan sentir a Francis parte de su familia.

—Lo haremos sin duda alguna —dijo Ian—, pero no dejaremos que la loca de Sabrina se acerque a él y mucho menos Julietta. Lo siento, Camille, ella es tu madre, pero ha hecho lo posible para que su hija camine por las academias como si nada ha pasado.

—Adam y yo hicimos una petición a los directores para que las trasladen a ambas a otra ciudad —dije—. Cristal nos está ayudando con eso también.

—Nos hemos encargado de todo, así que lo único que les pido como hijo y hermano es que acepten a Francis —pidió Adam.

—¡Somos padres! —dijo Tristán lanzándose sobre su hermano.

Ambos rieron, mientras permanecieron abrazados y yo reí divertida. Poco a poco, la familia se unía y era algo realmente bonito.

* * *

—Así que te irás con Mia —dije a Clemente una vez que salimos al pasillo.

Daniel, Will y Francis ya no estaban allí, pero no me preocupé porque sabía que estaban bien.

—Así es.

—¿Cuándo?

—En dos días.

—Oh —dije haciendo una mueca.

—¿Qué? ¿Vas a extrañarme?

—La vida sigue queriendo separarnos —dije.

—Pero aún así encontramos una forma de reunirnos. —Me rodeó con sus brazos y me rendí ante él—. ¿Sabías que los ángeles, muchas veces, nos guiamos por las estrellas cuando estamos perdidos?

—No lo sabía. Eso es genial.

—Eres mi estrella, Camille. Siempre serás mi estrella y la razón por la que siempre volveré a ti.

En ese momento, sentí un nudo en la garganta, pero extrañamente me sentía feliz. Sabía que él y Mia se necesitaban y que estarían bien juntos.

—Cuida de mi amiga, ¿si?

—Claro que sí.

—¿Puedes creer que serás bisabuelo? Realmente estás anciano —dije riendo.

—Cruzaste la línea, mocosa —bromeó.


***

Todos bien reunidos. ¿Les gustó?

Los Caídos #5 - La maldición del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora