wherever you are

CAPITULO 36.

-Calum, me tienes así desde hace 2 horas. Cuéntamelo ya.

-Es que es muy fuerte.

-¡¡Calummmmmmm!!

-Luego.

-Te odio.

-Yo te quiero.

-Calum, por favor.

-Creo que me llaman por allí...

-Esto ya es bullying Calum.

Se ríe. Esa risa, me imagino que ahora sacará la lengua. Me enfada mucho que me diga que tiene algo importante que contarme pero no me lo diga, aunque es inevitable sonreír de mientras.

-Es muy muy muy muy fuerte.

-Estoy preparada.

-¿Segura?

-Sí.

Le oigo suspirar. Se aclara la voz.

-¿Me quieres?

-¿Por qué me lo preguntas siempre? ¿Todos los días?

-Porque tengo la esperanza de que un día me digas que sí, que sí que me quieres.

-Calum, ya sabes lo que pienso al respecto (a pesar de que sí, te quiero).

-No me has dicho que no.

-Tampoco te voy a decir que sí.

-Un día.

-Puede ser...

-A lo que iba. Quiero que sepas que cuando termine no quiero que pienses que eres inferior, no quiero que pienses que no te quiero, o que he dejado de hacerlo porque no es así, sigues siendo una persona muy imprescindible para mí, por no decir que la más.

-Calum, me estás asustando. ¿Qué ha pasado?

-No el qué, si no el quién. No sé cómo ni por qué pero ha pasado. No sé por dónde empezar a contártelo ni por dónde terminar.

-Estás feliz. Con eso me lo dices todo. ¿Es una chica?

-Sí.