wherever you are

CAPITULO 2.

He salido antes de casa porque no me quería encontrar con Calum por el camino, no quiero verle. Intentaré evitarle todo el día. No va a ser fácil por la cantidad de clases en las que coincidimos pero lo intentaré.

La primera etapa de la mañana la supero a duras penas. Se me hace muy difícil evitar a Calum. Porque durante las clases es como si le notara mirándome. Y cuando me giro para ver si realmente me está mirando, aparta la mirada, pero más de una vez nos hemos quedado los dos mirándonos directamente sin apartar la mirada. Sé que cuanto antes le olvide menos duro se me hará después, cuando se vaya. La segunda etapa de la mañana me estaba costando más, muchísimo más porque entre el agobio que sentía y las ganas de llorar no sabía cuanto mas podría aguantar.

Así transcurre la semana, pero el viernes, después de que suene el fin de las clases, antes de que me vaya vuelvo a notar algo en mi mano izquierda, como hace unos días. Me giro y es la misma persona. Calum. Me mira fijamente. Su cara es seria, casi triste. Me quiero soltar pero me esta agarrando fuerte aunque no me hace daño. No sé qué hacer, evito mirarle. Tira de mi mano, y antes de darme cuenta estoy envuelta en sus brazos. Me vuelve a abrazar como el otro día, pero hoy más intensamente, noto como poco a poco sus latidos van a más, igual que los míos. No me quiero soltar, me gusta. Agacha su cabeza hasta estar a la misma altura que la mía. Me susurra: "Deja de hacerme daño. Deja de alejarme de ti. Déjame quedarme a tu lado."
No sé como reaccionar así que no me muevo.