wherever you are

CAPITULO 70.

Martes 2 de junio. Es el día.

"Michael, ya he llegado a Nueva York." -envío desde el móvil, y así de paso me aseguro de que la tarjeta funciona correctamente.

Mientras venía el avión hasta aquí esperaba que ese tal Ashton tuviera un sitio cerca mío porque al lado mío era mucho pedir, pero no, vaya. Me había caído bastante bien, aunque he de decir que me ha esperado a la hora de bajar del avión.

-Aquí tienes tu chocolate.

-Ah, muchas gracias, aunque debería de pagarlo yo.

-Tranquila, no pasa nada, siento que te lo debo. ¿No se te va el café de la camiseta?

-No, encima es blanca, pero no pasa nada, así queda muy vintage -digo mientras hago una pose de modelo. Él se ríe.

-¿Vamos yendo a la siguiente puerta? No vaya a ser que tengas que ir corriendo y te choques con otra persona.

-Bien, y mejor, creo que me basta con conocer a una persona en los aeropuertos.

Mientras vamos me llega otro mensaje de Michael.

"Luke y yo saldremos en una media hora para ir al aeropuerto."

Me paro. Dejo el chocolate encima de mi equipaje de mano y le contesto a Michael.

"¿Por qué tan pronto?"

"Por si acaso, preferimos estar 1 hora antes que 2 minutos tarde."

Y guardo el móvil. Cojo el chocolate y vuelvo a agarrar mi equipaje de mano y a seguir mi camino porque Ashton estará más adelante, pero no, me equivocaba, se había parado a la par que yo, me estaba esperando.

-Gracias por esperarme.

Me sonríe.

Cuando llegamos a la puerta correspondiente vemos que todavía quedan 10 minutos para que abran las puertas, así que nos sentamos.

-Ashton.

-¿Sí?

-No me has dicho aún a qué vas a Los Ángeles.

-Puede que esto te suene muy liberal y hippie, pero solo estoy siguiendo mi pasión.

-¿Tu pasión?

-Sí.

-¿Y cómo sabes que está en Los Ángeles?

-En realidad no lo sé, pero por algo tengo que empezar.

-¿Y en Australia no está tu pasión?

-No.

-Bueno, en parte entiendo lo que quieres decir, mi mejor amigo, bueno, una persona que conozco es de Australia y ahora mismo está en LA.

-Guau, acabas de decir LA, ya te estás volviendo una de esas chicas -me dice con una sonrisa.

Las puertas se abren y entramos. El avión es mucho más pequeño que el primero, y no está muy lleno así que Ashton aprovecha el asiento libre de mi izquierda y se sienta justo después de que se apague la luz del cinturón. Por una parte me molesta, porque estaba leyendo y escuchando música, pero por otra parte me alegro de que se haya sentado al lado mío.

-¿Qué escuchabas?

-Nada, tonterías.

-¿Cómo puedes escuchar tonterías? Anda, pásame un auricular -dice sin darme la oportunidad para negarme ya que se está poniendo un auricular.

-Ashton... -digo porque no sé si debería de estar escuchando esto, quiero decir, soy la única persona que lo tiene.

-Vaya, está muy bien, aunque yo le metería algo de percusión al principio, ¿puedes ponerla desde el principio? Bueno, yo le metería algo así -dice mientras empieza a darle golpes al reposabrazos.