CAPITULO 49.

475 55 4
                                    

Es un ruido que me está molestando bastante. Son como pitidos, uno tras otro, que no paran de repetirse. Intento apretar los ojos y girar la cabeza para ver si para ese ruido tan molesto hasta que me doy cuenta de que es el despertador y que hoy volvemos a clases tras un par de días de vacaciones. Intento buscar el despertador por el sonido, y lo apago. Me vuelvo a tumbar en la cama y suspiro. "No te vuelvas a dormir o llegarás tarde" me digo mentalmente. Vuelvo a suspirar y esta vez me levanto pero con bastante desgana. Me estiro un poco y me dirijo al baño para ducharme. Me miro al espejo, y madre mía, qué fea soy, aunque hoy menos que ayer o eso es lo que quiero pensar. Me desvisto lenta y vagamente. Me meto en la ducha y dejo que el agua caiga. ¿Sabéis eso de que estás tan gusto en la ducha que te quedas mirando a la nada? Pues así estaba yo y era consciente de todo el tiempo que estaba pasando pero aun así seguía allí. Me llevo una mano al pelo para echármelo para detrás porque algún mechón me está molestando y eso me ayuda a reaccionar. Me enjabono y ya salgo de la ducha.

Cuando salgo de casa me encuentro a alguien que no me esperaba, bueno prácticamente era alguien del cual me había olvidado completamente. Eithan. Me ve y me sonríe mientras se acerca a mí y me envuelve en sus brazos, a lo que yo no reacciono, solo sigo allí quieta.

-Pensaba que hoy tampoco ibas a salir de tu habitación.

-Pues ya ves que no, aquí estoy.

Empezamos una conversación mientras nos encaminamos hacia el instituto. Lo que me recuerda a cuando Calum me esperaba para ir al instituto, y que esto no es lo mismo. Un pequeño trozo se rompe en mi interior.

-Igual soy muy directo al preguntarte esto pero, ¿qué te pasó?

-Bueno, es difícil de explicar, pero, ¿no te pasa que a veces te sientes mejor aislado que con gente a tu alrededor? ¿Que a veces solo necesitas desaparecer un instante? Que piensas que no necesitas a nadie y que nadie te necesita.

-Siempre puedes contar conmigo, lo sabes ¿no?

-Sí, pero no puedo depender de alguien siempre.

-Bueno, también. Aunque siempre está bien saber que hay gente que va a estar a tu lado.

-Sé que tú vas a estar.

-¿Hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor?

-Tranquilo, todo está bien. Hoy espero que sea un buen día.

-Bueno, no sé en qué mundo vives, pero hoy tenemos un examen de filo.

-Vale, gracias por fastidiarme el día.

-Para eso estoy.

-Ya no te quiero.

-Claro que me quieres.

-Pss. ¿Y tú qué?

-Yo, ¿qué?

-¿Qué has hecho en estos días de vacaciones?

-Bueno... Puede que... Tenga novio...

-¡No me fastidies Eithan! Quiero verle.

-Puede que tenga una foto por aquí.

-¡Ay! Que tienes fotos suyas en el móvil, eso es algo muy serio eh.

-Calla petarda, que tú tienes fotos de Calum en el móvil.

-Eh eh, con Calum, no te confundas. Y a parte, eso ha sido un golpe muy bajo.

-Hablando de Calum... ¿Qué tal?

-Bueno, ese es otro tema... Otro mundo mejor dicho.

-¿La he jodido preguntando por él?

-No, tú lo que quieres es cambiar de tema para no enseñarme a tu novio -le digo mientras me acerco poco a poco a Eithan, lo justo para poder cogerle el móvil y salir corriendo aunque inútilmente porque sé que corre más que yo, pero con el tiempo justo para poder cotillearle el móvil.

-Eh eh, no me ha molado nada lo que me acabas de hacer -me dice ya alcanzándome y cogiendo el móvil.

-Es monillo, sí. ¿Cómo se llama? ¿Cómo os conocisteis? ¿Te gusta? ¿Le quieres? ¿Cuántas veces os hacéis besado ya?

-Calma calma. Se llama Eric.

-Eric y Eithan. Eithan y Eric. Qué bonito todo por favor.

-Calla.

-¿Le quieres?

-Emmm... Bueno...

-Eso es que sí.

-Pero a penas nos conocemos de hace mucho, es raro.

-No temas querer.

-Es gracioso que me lo digas tú.

-Ala, otro golpe bajo.

-Te lo mereces.

-Bueno... ¿Me podrías decir por favor... si os habéis besado?

-No te voy a decir nada.

-¿¡Eso es que habéis llegado a más que a besos?! -le digo con una cara bastante pervertida.

-Te estás pasando. Lo dicho, no te voy a decir nada.

-Bueno, al menos dime dónde os conocisteis.

-Te va a sonar muy raro.

-Seguro que no.

-En mi casa.

-¡¿En tu casa?!

-Sí.

-Vale, por favor, explícamelo.

-Pues el otro día volvía a mi casa después de estar en la tuya. Entré y escuché un ruido del salón. Yo cagadísimo de miedo fui a ver quién era porque era raro que alguien estuviera en casa a esas horas. Y le pillé, al parecer es uno de esos ladrones del barrio que intentan atrapar.

-¡¿En serio?!

-No.

-Vale, me lo había creído.

-Es que eres muy inocente.

-Te odio.

-Pero te mueres por saberlo.

-Claramente.

-Somos personas normales, nos conocimos en una fiesta.

-¿Y cómo sabes quién es gay en una fiesta?

-Tengo un detector aquí mismo -dice señalando y abriendo mucho los ojos.

-Eres tan idiota.

-Pero ahora sabemos que tu día no irá tan mal.

wherever you areDonde viven las historias. Descúbrelo ahora