wherever you are

CAPITULO 55.

Lunes 11 de mayo. Quedan 21 días.

Ayer acabé durmiéndome mientras lloraba y esperaba a que mi padre llegara a casa o una respuesta suya. No obtuve ninguna de las dos. Eso sí, me sonó el móvil y pensando que era mi padre fui corriendo a cogerlo, pero era de Luke.

"Buenas noches", no me quejo de su mensaje porque me alegró un poco aunque estoy algo confusa porque en realidad no sé si el mensaje fue de Luke, de Michael o de ambos.

Suena el despertador. Lunes bf. Me levanto con pereza, con tristeza pero con algo alegría, no mucha pero algo. Recuerdo que cada día que me despierte será un día menos para irme a Estados Unidos. Abro la puerta con algo de miedo, con miedo a encontrarme con mi madre, con miedo a que me toque e incluso me mire. No me siento segura viviendo bajo el mismo techo, no desde ayer. Aseguro que no esté y me meto corriendo pero sigilosamente al baño. Me miro y me doy cuenta de la cantidad de ojeras que tengo por haberme pasado la noche llorando aunque no me importa mucho.

Cuando voy a bajar a desayunar también me aseguro de que no esté mi madre, sé que debería de haberse ido a trabajar ya por las horas que son pero el miedo que la tengo ahora mismo es inevitable. Oigo algo, unas llaves y luego una puerta abrirse. Ante el miedo me quedo inmóvil, pero esos pasos, no son los de mi madre, son los de mi padre.

-¡Papá!

-Hija, ¿estás bien? He venido en cuanto he podido.

-No sé cómo estoy...

-¿Qué ha pasado?

-Mamá.

-¿Te ha dicho algo?

-No.

-¿Entonces?

Giro débilmente la cabeza para que vea lo que tengo, no se aprecia mucho, pero está allí.

-Pero, pero, ¿estás bien? ¿Te duele mucho?

-Tranquilo papá, no pasa nada, solo que me gustaría que me alejaras de aquí.

-Lo siento cariño pero no puedo hacerlo. Ahora es cuando tu madre más te necesita.

-No quiero que me haga más daño.

-Y entiendo que tengas miedo, pero entiéndeme tú, tu madre ya no me quiere en su vida, y te necesita más que nunca.

-Tú también me necesitas...

-Si te dijera que no te estaría mintiendo.

-Papá...

-Quédate con tu madre, si no lo haces por ella hazlo por mí.

-Vale.

-¿Te acerco al instituto?

-No hace falta, iré dando un paseo.

-Entonces ya me voy.

-Adiós.

Me mira.

-Hasta luego.

Y oigo la puerta cerrarse.

Sigo preguntándome por qué me están pasando tantas putadas, por qué ahora todo es tan diferente, por qué ahora todo el mundo me parece tan desconocido. Me aguanto las ganas de llorar y gritar porque si empiezo no voy a parar y no quiero llegar a clase llorando, paso de que todo el mundo me pregunte qué ha pasado, cotillas todos... Vuelvo a subir a mi habitación, cojo el móvil y mi mochila. Veo otro mensaje de Luke-Michael: "Contéstanos anda, te echamos de menos. Mientras tanto, buenos días". No les contesto, más que nada porque no estoy de humor como para socializarme con el mundo y con los majos que son conmigo no quiero contestarles borde. Cierro la puerta tras de mí y me encamino hacia el instituto aunque ahora cojo otro camino porque el de antes me trae demasiados recuerdos a Calum, aunque todo en sí me recuerda a Calum.