CAPITULO 45.

536 50 10
                                    

Abro la puerta de mi casa a duras penas porque las lágrimas hacen que vea todo bastante borroso.

-Hija, ya estás. Deberíamos hablar de lo que pasó ayer. ¿Cómo se te ocurre irte y no volver hasta la mañana?

-Ahora no por favor -y antes de que pueda verme la cara subo corriendo a mi habitación, cierro la puerta de un portazo y caigo completamente destruída al suelo. Acerco mis rodillas lo máximo que puedo al pecho y apoyo mi cabeza en ellas.

¿Por qué yo? Es una pregunta que no paro de hacerme. Cada día que pasa siento que más gente se separa de mí, que huye de mí y eso me está destruyendo por dentro. "No huyáis de mí, por favor" susurro casi inconscientemente. "No quiero quedarme sola" susurro otra vez con la esperanza de que todo el mundo me oiga aunque esté en mi habitación sola y a oscuras.

No sé cuánto llevo aquí sentada, pero el tiempo es tan indefinido cuando te sientes sola... El tiempo pasa pero el dolor y la soledad no. Oigo a alguien subiendo las escaleras. Por como suena supongo que es mi padre.

-¿Cariño? ¿Estás allí? Tu madre me ha dicho que llevas todo el día encerrada. No sé lo que te ha pasado, no sé si te ha pasado algo con tu madre porque está bastante enfadada allí abajo.

Creo que mi padre se sienta del mismo modo en el que estoy porque siento un peso desde el otro lado de la puerta.

-Tu madre se ha negado a subir a hablar contigo, la debes de haber enfadado mucho. Bueno, ya sabes cómo es, pero quiero que sepas que te quiere, bueno, te queremos los dos por encima de todo, y sea lo que sea lo que te haya pasado o con quién te haya pasado, se solucionará, tranquila. Bueno, como sé que no me vas a contestar, déjame contarte un secreto, dentro de unos meses tu madre y yo hacemos 10 años casados, y le estoy preparando algo grandioso, ya sabes lo cursi que es tu padre. De allí que haya llegado tan tarde o que a veces ni haya llegado a casa, por ello, te quiero pedir perdón si te sirve de algo o si te pensabas otra cosa. Siento no haber cumplido como padre, por si me necesitabas estos días. Y creo que no tengo nada más que decirte. Sal cuanto antes de tu pequeña guarida, ¿vale? Ah, y te he traído la cena, te lo dejo en la puerta por si tienes hambre. Y esto no te lo suelo deicr mucho, pero estoy muy orgullosa de lo que eres y eres una persona muy fuerte, saldrás de esta.

"No voy a salir papá, estoy atrapada para siempre en el lado malo."

-Creo que ya es preocupante el tiempo que lleva allí encerrada -oigo decir a mi madre pero no sé a quién.

Llevo alrededor de 3 días, tampoco son tantos. Me han dado para pensar, mucho que pensar. Por ejemplo, que nadie me ha echado en falta, solo mis padres y porque vivimos bajo el mismo techo. ¿Y si terminamos con el dolor ya? ¿Y si cojo esto y...? Unas tijeras, bien. Lo cojo, lo miro, las aprieto bien fuerte en mi mano y seguidamente las suelto y las dejo caer al suelo mientras me llevo la mano a la cabeza. ¿En qué estaba pensando enserio?

Oigo unos cuantos pies subiendo las escaleras. No sabría decir cuántas personas suben.

-Cariño, han venido Eithan y Miah a verte.

-Gracias.

-Bueno, os dejo solos.

-Ey. ¿Qué haces tanto tiempo allí encerrada? ¿Has hecho una fiesta y no nos has invitado?

Si piensan que van a obtener respuesta se equivocan.

-¿No te hace salir un rato? Ya sabes, aire libre.

Silencio.

-O si no sin aire libre, vamos al centro comercial, unas compras...

Silencio.

-O simplemente podrías hablar con tus amigos.

Silencio.

-No te aisles por favor. Háblanos o habla con alguien.

Silencio.

-Te queremos. Queremos que estés con nosotros. Sal y al menos abrázanos.

Silencio.

-O no salgas, con un simple hola nos basta.

Más silencio.

-Por favor.

-Si no te haremos compañía hasta que salgas.

-Eso eso.

-¿Te cuento un chiste?

-No por favor Eithan, eres horrible contando chistes.

-Bueno bueno, tampoco hace falta que lo exageres.

-No exagero, no sabes contar chistes y ya, ¿a que no?

-"Quiero estar sola"- leen de un papel que he escrito y he pasado por la parte baja de la puerta.

-No te vamos a dejar sola. Somos tus amigos y sea lo que sea nos mantendremos aquí.

-"Si me queréis ayudar dejarme sola, no me sirve de nada que estéis aquí, no me entendéis" -vuelven a leer de otro tro de papel.

-Ayúdanos a entenderte.

Silencio con mucho más silencio. Yo sigo en mis lágrimas y ellos tras el otro lado de la puerta no sé qué piensan pero están allí.

-¡Calum! Cariño... bla bla bla ¿me has oído?

Parpadeo unas cuantas veces hasta tener una visibilidad total. Me había quedado dormida.

-¿Cariño? -vuelvo a escuchar junto a unos pasos - Calum al teléfono. Cógelo o déjalo tú decides.

"¿Calum?" susurro con la intención de que me oiga mientras me arrastro para llegar a la puerta.

wherever you areDonde viven las historias. Descúbrelo ahora