CAPITULO 90.

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Ayer antes de dormir se me olvidó poner el móvil en silencio y es por eso por lo que me despierto. Normalmente no me molestaría el sonido pero hoy especialmente sí.

Lo busco sin hacer mucho esfuerzo con la mano, tocando todo menos el móvil así que decido levantarme para ver dónde está, y bueno, estaba mucho más cerca de lo que pensaba.

Entrecierro los ojos para ver quién osa molestarme de resaca.

Luke.

Descuelgo y contesto con mi voz ronca alcohólica mañanera aunque tampoco hay mucha diferencia con la voz que tiene Luke. Supongo que estamos igual, de resaca.

-¿Si Luke?

-¿Dónde estás? No me apetece leer lo que me has puesto.

-No me acuerdo muy bien -digo girándome.

Me da un mini infarto al ver que hay un cuerpo al lado mío, pero se me pasa cuando caigo en la cuenta de que es Michael. Me alegro de no haber gritado ya que le habría despertado y creo que eso llevaría a unas cuantas preguntas sin respuesta y a momentos incómodos.

-Luke, creo que ya sé dónde estoy. Estoy en un hotel cerca del club al que fuimos. ¿Podrías venir con dinero y pagar la habitación?

-Sí, creo que sí.

-¿Pero estás en condiciones como para venir?

-Sí tranquila, no me desfasé mucho. Te espero en el hall en 20 minutos.

-Bien, hasta luego.

En esos 20 minutos que se supone que va a tardar Luke, me meto en el baño, meo y vomito un poco, el dolor de cabeza es muy fuerte así que también decido buscar pastillas, que claramente no encuentro porque en los hoteles no hay pastillas. Me limpio la cara con agua fría para quitarme esta cara de zombie aunque no sirve de mucho.

Busco mis pantalones y zapatos por toda la habitación. Solo encuentro los pantalones y un zapato, no sé dónde podría estar el otro así que al final decido rendirme y no buscarlo más ya que Luke debe de haber llegado. Decido no despertarle a Michael, supongo que necesitará descansar y bueno, también porque no me apetece hablar con él y sacar conclusiones precipitadas.

Llego al hall y así es, veo a Luke en recepción. Mis suposiciones han fallado, no parece estar de resaca, más bien parece que se ha pasado toda la noche durmiendo.

Nada más verme se ríe de mí. No sé si por mi cara o por el zapato perdido.

-Podías haberte peinado un poco petarda -me dice mientras me acaricia el pelo, bueno, más bien mientras me peina.

-Ya, lo siento.

-¿Dónde está tu zapato?

-No lo sé, lo he perdido.

-A saber qué habrás hecho con Calum... -me dice con una cara algo pervertida.

-Luke... No estaba con Calum... -digo bajando la mirada.

Se queda mirándome.

-¿Con quién estabas y qué has hecho?

-No he hecho nada, ya que me he levantado con la camiseta puesta y sin pantalones pero llevaba las bragas puestas.

-¿Con quién estabas? -dice haciendo una pausa después de cada palabra.

-Con Michael...

-¡¿MICHAEL?! ¡¿Nuestro Michael?! ¡¿Michael Clifford?!

-Sí, ese Michael. ¿Ya has pagado? Vámonos.

-¿Por qué tantas prisas?

-Michael está en la habitación y no quiero hablar con él.

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