wherever you are

CAPITULO 31.

Estoy frustradísima. No es mi Calum, no es el Calum que conozco. Por eso he decidido colgarle, es que ni si quiera es su voz; no sé que ha estado haciendo estos días, pero algo bueno seguro que no, y tampoco está todavía en condiciones para hablar de putos sentimientos. ¿Que no me atrevo a arriesgarme? ¿Entonces por qué me arriesgué a besarte? Bf.
Me llama. No le cojo, no estoy para escuchar sus tonterías otra vez; ahora le odio tanto, pero a la vez necesito tanto abrazarle, sentirle, que sepa que estoy aquí y aquí seguiré pese a tantas tonterías.

Me vuelve a llamar, respiro y decido cogerle.

-Te necesito -un sonido roto- te necesito aquí conmigo; no sé qué estoy haciendo con mi vida, te necesito de apoyo, te necesito a ti. Me da igual que no me quieras, pero te necesito.

-Lo antes posible Calum, nos veremos cuando podamos... Pero intenta no fastidiar esta oportunidad que tenéis, esfuérzate, no te hundas y tires a Michael y a Luke también. Sé que me necesitas, pero también necesitas estar contigo mismo para saber qué quieres y parate apensar lo que estas haciendo y las consecuencias que está teniendo. Y por ahora no tengo nada más que decirte, cuando vuelvas a ser Calum T. Hood,  el Calum que quiero, el Calum de siempre, me vuelves a llamar pero mientras estés así ni siquiera pienses en llamarme. 

Cuelgo. Lloro. Es duro, es duro ver cómo alguien te necesita, y sentirte tan impotente porque no puedes hacer nada, que alguien esté así por tu culpa, que tú no le quieras...
Que no le quieras ahora, que no le quieras hoy, que puede que le quieras mañana y que la líes...
Cuando pueda me voy a cagar en el amor y en sus putas complicaciones, de verdad.