CAPITULO 42.

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Aprieto los ojos porque la luz me molesta, aunque no sirve para nada. Al final los acabo abriendo. Lo primero que veo es... Es a ¿Eithan?

-¡AAHHHHHH!

Eithan se levanta de un brinco.

-¿Qué ha pasado?

Alguien entra por la puerta, por como es supongo que es la madre de Eithan. -"¿Qué pasa? ¿Estáis bien?"

Miro a todos lados descolocada.

-No pasa nada mamá, creo que no entiende qué hace aquí.

-A saber qué hicisteis ayer.

-Mamá vete de aquí ya.

-Bueno, cuando queráis bajáis. El desayuno está listo.

-Gracias y siento el grito.

-No pasa nada cariño.

Sale de la habitación.

-Lo siento de verdad Eithan -le digo casi susurrando.

-Anda, que no pasa nada, si yo te contara la de veces que me he despertado en camas que no eran la mía.

-¿Enserio?

-No -y se ríe.

Le golpeo suave en el brazo por mentirme.

-Y bueno, ¿qué hago aquí con una ropa que ni siquiera es mía? -la huelo, lo siento, pero tiendo a oler las cosas. Huele a Eithan digamos.

-¿Te acuerdas que ayer viniste?

-Sí. Pero no recuerdo haberme dormido.

-¿Te acuerdas de cuando estábamos sentados y te abracé?

-Sí, y que luego me dijiste que hablara con Calum...

-Pues allí, puede que fuera el cansancio no sé, pero te caíste rendida.

-¿Y esto que llevo?

-Pues verás... Se te veía tan incómoda con lo que llevabas...

-¿Cómo se me puede ver incómoda con la ropa? ¡Pervertido!

-Eh, un respeto que he sido muy considerado. Pero si quieres devuélvemelo.

-¿Ahora?

-Sí, por quejarte.

-Emmm pues... ¿Te puedes ir un momento?

-No.

-Eithan -digo con una voz bastante niña.

Se ríe y yo tiendo a reírme tambien hasta que recuerdo...

-¿Qué hora es?

-Las 12:00.

-Joder joder joder.

-¿Qué pasa?

-Lo siento Eithan me tengo que ir, ya te lo contaré. Y agradecele a tu madre el desayuno pero no me puedo quedar.

-Eh, eh, pero cuéntamelo.

-Luego te llamo.

Cojo mi ropa y salgo corriendo de casa de Eithan despidiendome de él y de su madre. Voy corriendo por la calle cuando me doy cuenta de que llevo solo la camiseta y no es la mía... E iba corriendo... Miro alrededor mío y no hay muchas personas, pero las hay así que lo más disimuladamente posible me pongo los pantalones a la vez que intento avanzar hasta mi casa.

Ya he llegado, pero algo hace que no quiera entrar. ¿Lo que le dije a mi madre puede ser? ¿Que me fuera sin decirle nada y encima no haya vuelto a casa para dormir? Ays... Intento abrir lo más silenciosamente posible e intento entrar con sigilo. Vale, no hay nadie, seguramente que mi madre ya se haya ido a donde Joy así que por respeto a la madre de Calum, me arreglo y me voy para allá también.

-Hola Joy, siento llegar tarde.

-No pasa nada, ya nos ha dicho tu madre que necesitabas más tiempo.

Sonrío.

-¿Ya habéis empezado a comer?

-No, te estábamos esperando.

-Ay, pues siento mucho haceros esperar.

-No pasa nada querida, lo que importa es que has llegado. Anda pasa hay alguien en el salón que quiere verte.

-¿Mi madre?

Se ríe.

-Creo que tu madre ya te ha visto a la mañana.

-Ah sí... ¿Entonces Malí?

-Tiene muchas ganas de verte pero no es precisamente ella.

-Pues... No caigo Joy...

-Este niño... Pensaba que te lo había dicho.

-Nnn... noo te referirás aaa... a... ¿Cccc...ccaaa..calum?

-Compruébalo tú misma -y me sonríe.

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