CAPITULO 15.

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Estoy frente a su casa, llevo así como cinco minutos, sinceramente no sé si llamar o irme disimuladamente. Cierro los ojos, respiro hondo y cuando los abro doy un vuelco.

-¿Cuánto tiempo más te vas a quedar mirando a la puerta como una tonta?

-Miah... ¿Cómo sabías que estaba aquí?

-Por favor, ni que no lo supieras...

-El sensor que activa la cámara, ¿me equivoco?

-En efecto amiga mía.

-¿Cuánto tiempo llevo haciendo el ridículo en la cámara?

-Un buen rato.

-¿Y por qué no has salido antes?

-Me estaba divirtiendo mucho mirando lo preocupada que estabas.

-Vaya...

-Anda, pasa.

Espera, si entro, ¿me encerrará en su garaje? ¿Y mi puñetazo? A ver, tampoco digo que lo quiera, pero yo me pegaría a mi misma por lo que hice.
Entro en su casa, tan acogedora como siempre, el olor de su casa es tan agradable. Ah, bueno, que no lo sabeis, Miah y yo eramos/somos mejores amigas, es algo complicado de entender realmente.

-Bueno, ¿para qué has venido? Espero que no me contestes que para admirar la puerta de mi casa.

-No no, es otra cosa.

-Ah.

-Quiero pedirte disculpas por lo que hice. Por haber sido tan mala amiga, fue un impulso, él se iba y yo...
-Anda, si no pasa nada, cuando te vi entre sus brazos claramente me dolió, quise ir, separaros y bueno, como tú dices, tambien tuve un impulso, a tirarte de los pelos o algo así, pero no lo hice, me di cuenta de que Calum no me correspondía a mi, que si hubieramos llegado a tener algo no sería lo feliz que es contigo, que a mi, al contrario que a ti, no me sonríe igual, no le brillan los ojos. No es como realmente es, contigo no le cuesta expresarse. Contigo solo es Calum, no el chico ese que toca el bajo.

Vaya, nunca me había dado cuenta de eso, de todo lo que me está diciendo, me sorprende cada palabra que dice. No sé que decir, no sé como expresar lo que siento, euforia, pero a la vez melancolía, querer salir corriendo de aquí para ir a donde está Calum, volver a sentirle.

-Sé que ahora pensarás que estoy loca, por decir que tiene un brillo especial cuando te mira, ni que hubiera un electricista en sus ojos que sube el brillo cuando te ve, pero me declaré a él, no lo sabes, ahora sí, no fue mi mejor decisión pero no me arrepiento de ello, me declaré y me rechazó, luego me dijo que quería a otra persona, me habló de ti, de lo mucho que te quiere, de lo mucho que quiere tenerte, pero a la vez lo mucho que teme hacerte daño y que te vayas, que te vayas y no vuelvas.
Palabras, nunca me imaginé que las palabras pudieran expresar tanto, tantos sentimientos, la escucho, se me hace un nudo en la garganta, sí, de esos en los que quieres llorar.

-Teme hacerte llorar, no soporta la idea de verte llorar, verte sufrir, por eso no te contó que se iba, no podía hacerse a la idea de dejarte aquí, sola, sin él. O simplemente no soportaba la idea de dejarte aquí, que te olvidaras de él y que consiguieras a otro chico mejor, a otro chico que viera lo que Calum ve.
No, no puedo más. Lágrimas que inundan mis ojos, he intentado aguantarme pero no he podido más.

-Calum es un chico que te quiere, es un chico que realmente está por tus trancas, es un chico que moriría por ti, que se pondría ante una bala para salvar tu vida.

No esperaba nada de esto, yo esperaba llegar a casa de Miah, pedirla disculpas e irme. Y aquí estoy, llorando, sentada en su cama mientras me habla de Calum. Lo que más me duele de todo esto, es que...

Ya no le quiero de ese mismo modo, no le quiero de la manera que él me quiere.

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