CAPITULO 95.

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Decidimos ver el amanecer juntos. Quedan tan solo 2 horas.

Calum tiene mi mano cogida mientras paseamos por la playa.

-¿No quieres meterte en el agua?

-No, luego saldré helada y cogeré un resfriado.

-Pues yo sí quiero -me suelta y empieza a quitarse los zapatos.

Se desviste poco a poco pero a una velocidad indescriptible. Se queda en calzoncillos.

-¿Estás segura? 

-Sí.

-Bueno, yo me voy a meter.

-Te vas a poner enfermo.

-Solo estoy enfermo por ti -dice mientras saca la lengua

Y empieza a correr hacia el mar sin darme la oportunidad de contestar a lo último que ha dicho, pero cuando está a punto de llegar al agua se para y vuelve.

-Se me olvidaba una cosa.

Le miro extrañada.

Se acerca a mí y me da un beso dulce y corto en los labios.

-Ya puedo irme a bañar -y sale corriendo otra vez con los brazos en alto y gritando como si nunca hubiera estado en una playa.

Decido recoger toda la ropa que ha tirado, acercarme un poco a la orilla y sentarme a admirar a Calum.

Mientras me grita para que le mire haciendo cosas doblo su ropa y la coloco perfectamente al lado mío. Calum sale del agua gritándome si he visto lo que ha hecho, aunque no lo haya visto, asiento. Es como un niño.

-No me mientas no lo has visto -me dice a la distancia justa para que no le haga falta gritarme.

-No te miento lo he visto -se queda de pie en frente mío mirándome.

-Mentirosa -y sin avisar, se tira encima mío mojado.

-¡Calum no! ¡Estás muy frío! ¡Quita! ¡Calum! -grito quejándome, pero en realidad no llega a molestarme mucho.

Apoya los brazos en la arena y nuestras miradas se chocan. Sonríe. Sonrío.

-Calum, estás goteando -digo cerrando un ojo ya que las gotas de su pelo están cayendo en mi cara.

Se levanta y me tiende la mano para ayudarme también, pero nada más levantarme Calum me coge de la cintura, me levanta y me lleva en sus hombros. 

Qué queréis que os diga, no me sorprende.

-Calum ni se te ocurra llevarme al agua.

-Tarde.

-Calum, que llevo la ropa puesta.

-Se siente.

-Calum no -veo cómo el pie de Calum es alcanzado por el agua que ha llegado de la última ola-. ¡Suéltame!

-¿Estás segura? -dice avanzando más.

-Rotundamente sí -afirmo sin saber lo que me estaba esperando.

-Tú lo ha dicho -dice tirándose al agua conmigo entre sus brazos.

Siento cómo el agua humedece toda mi ropa, cómo está por todas partes, cómo mi ropa coge más peso.

No veo nada pero Calum me eleva con sus brazos.

Aire.

-¿Quieres otra vez? -me dice mientras me coge ahora sólo con un brazo y se ayuda del cuerpo mientras me aparta los pelos de la cara.

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