CAPITULO 33.

724 67 4
                                    

No querer asimilar que le quiero joder. No querer asimilar que me jodería si encontrara a otra chica, si empezara una relación con otra, que me jodería si me dejara de querer, no querer asimilar que sí, que Calum me conoce lo suficiente como para haber sabido antes que yo misma que tenía miedo al riesgo. Que tengo miedo a arriesgarme y que salga mal, que me deje y se vaya... Saber que si simplemente digo que sí, que le quiero, haría la liada más grande de la historia y que podría dejar lo que está haciendo, cumplir su sueño, por mí, porque me necesita y le necesito, que volvería aquí. Saber que estoy jugando con los sentimientos de una persona humana y que a pesar de ello sigo con el juego.

No os vengo a decir que estoy locamente enamorada de él. Sería ridículo. Una no se enamora hasta las putas trancas en días, meses... Todo lo bonito tiene un proceso, y lo más bonito es sentir detalle a detalle el proceso, no el fin o simplemente que no tenga fin, que esto me lleve días, meses, años, y hasta siempre. Puede que hoy le quiera este poquito, pero, ¿y si mañana va a más? ¿Y si mañana le necesito el doble de lo que le necesito ahora? ¿Y si llega a un punto en el cual no podré ocultar esto? Calum me conoce, a veces se anticipa hasta a mis propios sentimientos, la coraza que me he hecho durante los años por tantas inseguridades va agrandando, ha agrandado lo suficiente como para protegerme de todo riesgo que pueda correr, para esconderme, para no sentirme querida ni por mí ni por nadie. Pero claro, ahora viene Calum a descolocarme la vida otra vez, quiere llegar a mi ser, a mi interior, pero no se lo permito, no me puedo permitir querele después de tanto dolor, después de tantas lágrimas y tantos días grises en vano. Le quiero, pero no sirve de nada.

wherever you areDonde viven las historias. Descúbrelo ahora