wherever you are

CAPITULO 8.

Quedan tan solo dos horas y doce minutos. Sigo en la habitación de Calum. Seguimos hablando y riendo.

-Cántame algo Calum.

-¿Qué quieres que te cante?

-Lo que quieras.

Coge la guitarra. Y empieza tocando varios acordes. Suena. Conozco esta canción. 'All of The Stars' de Ed Sheeran. De mi querido Ed. Me quedo mirándole. Sonrío. Sonríe. Nuestras miradas están clavadas durante todo el rato que está cantando. Termina y vuelvo a sonreír. Con eso digo todo.

-Al menos no has llorado.

-No voy a llorar más.

-No me lo creo.

-Créetelo.

-Si eres una llorica.

-No es cierto.

-Sí, eres una llorica. Lloras a la mínima.

-Tonto -y le doy la espalda. Me he picado con él.

-Te quiero.

-No vale de nada.

-Te quiero -se acerca a mí.

-Calla.

-Te quiero -está más cerca. Tan cerca que noto su aliento en mi nuca.

-Me voy. Adiós.

Estoy decidida a irme aunque lo haga para no quedar mal, solo espero que Calum me detenga y me diga que me quede con él. Me voy a levantar y Calum me tira a la cama. Se pone encima mío y me agarra de los brazos por encima de la cabeza. Me mira. Aparto la mirada. No me gusta esto. Me suelta los brazos, pero sigue encima mío, aunque no apoyado en mí. De repente, noto su mano en mi costado, aunque la otra me sigue agarrando los brazos. No me está agarrando, si no me está haciendo cosquillas. No puedo evitar reírme ni moverme. Me muevo de un lado a otro riendome sin parar. No puedo más. Calum sigue, yo no puedo parar de reírme. "Calum por favor, para" intento decir pero no me salen las palabras. Para.

-¿Me quieres?

-No -le digo lo más seria que puedo.

-Tú te lo has buscado.

-No por favor Calum, más cosquillas no.

Y sigue.

-¿Me quieres ahora?

-Sí sí, te quiero, te quiero, pero déjame en paz ya.

-Eso no me ha sonado muy convicente.

-Vale vale, Calum Thomas Hood, te quiero.