wherever you are

CAPITULO 11.

Estoy tumbada en la cama y eso que solo son las ocho y media. Mi madre me llama para cenar, pero no quiero. No tengo hambre, no tengo ganas de nada. Quiero ir pudriéndome poco a poco en mi cama, sola, hasta que llegue Calum. No he parado de llorar desde que se fue; no he parado de tocarme los labios para ver si podía volver a sentir a Calum, para que la sensacion del beso se quedara entre mis manos y no se fuera. Era mi primer beso, sé que es algo muy ridículo ya que hoy en día la gente ya tiene su beso a los trece e incluso menos, pero a mi me gusta esperar al chico apropiado y es Calum. Mi móvil suena. Pienso en no cogerlo. No quiero hablar con nadie y deja de sonar. Pero vuelve a sonar unas dos veces más; asi que harta cojo el movil, miro quién es y temblando descuelgo.

-¿Calum? -mi voz tiembla e intento disimularlo.

-Ay, menos mal que me has cogido. No podía subirme al avión sin escucharte una vez más. ¿Estás bien?

No, no estoy bien. Pero no le quiero preocupar y mucho menos que haga la locura de volver por mí.

-¿Por qué no iba a estarlo? Me acabo de librar de un tonto.

-Y yo me he librado de una fea llorica.

-Tonto.

-Llorica.

Nos quedamos en silencio. Este silencio hace mucho ruido. Demasiado ruido.

-Te quiero.

-Yo tambien Calum.

-No, yo te quiero de otra manera.

-Por favor Calum, por favor. No puedes decirmelo tras un móvil. Ni mucho menos cuando te vas a subir a un avión.

No hay mas palabras. Nose qué decirle. Y él tampoco lo sabe. Todo es tan diferente. Todo ha sido tan rápido... Hace un momento lo tenía a mi lado, con su olor y su calor. Hace un momento lo tenía junto a mis labios, y ahora me tengo que conformar con hablarle a un estúpido móvil.

-Me alegra escucharte. Duele escucharte desde tan lejos pero es agradable.

-Calum, yo tambien te quiero de... -mi voz tiembla mas, las palabras cuestan. -de otra manera.
Una vez más, un silencio que hace ruido. Pero este silencio duele. Le oigo respirar.