E P Í L O G O.

1.9K 195 128
                                    

(Epílogo)

Un año después.

There you are— Zayn.

Tres días después del incidente, fue el funeral. Su funeral.

Lo recuerdo perfectamente. Incluso aunque hayan pasado meses, puedo sentarme en un banco, mirar a la nada y pensar en ese día.

Fue un funeral sencillo. Jaxson no tenía muchos amigos y, sin embargo, hubieron decenas de rostros que le lloraban cerca de su cajón.

Lander había estado ahí conmigo, su familia y la mía. Sólo algunos del psiquiátrico—Aspen, Alex, algunas enfermeras más que lo habían atendido y alguna que otra persona que estaba en nuestro grupo de terapia—, asistieron.

Su padre también había ido. No me acordaba de su nombre, pero recuerdo haberlo visto con Eloísa aquel día en el boliche. Y, entonces, cuando lo vi junto al cajón en donde tenían el cuerpo de su hijo, descifré el gran parecido que había entre ambos.

Estaba llorando, incluso antes de aparecer en el funeral, sus ojos ya estaban lo suficientemente rojos e hinchados como para suponer que lo había estado haciendo desde mucho antes.

Y era entendible, porque le habían quitado a su hijo, cuando Jaxson no tenía nada que pagarle a la vida. Y Eloísa le había mentido a él también, así que en ese momento, lo que supuse, fue que se había quedado completamente solo.

Las palabras del sacerdote fueron emotivas, tal vez como en todos los funerales. Tal vez porque uno ya estaba lo suficientemente dolido que aquellas palabras de un hombre extraño creaban dentro de nosotros un sentimiento aún más doloroso.

A mitad de la ceremonia, Lander habló. Dio un discurso. Nos sorprendió a todos, sobre todo al padre de Jaxson, quien rompió en un llanto desgarrador al escuchar las palabras del chico:

—Jaxson Gill era mi hermano. Lo fue desde el momento en que pisó este mundo. No diré nada esperanzador para hacerlos sentir bien, porque incluso yo, que no conocí ni la mitad de su vida, estoy hoy aquí con ganas de que ese chico reviva. Pero no lo hará.

»Jaxson no quería morir, estuve cuando lo dijo, y sé que no se sentía lo suficientemente preparado para partir porque no había hecho ni la mitad de lo que seguramente había soñado. Y, sin embargo, se puede decir que dio la vida por nosotros.

Incluso con lágrimas en los ojos, pude ver que en ese momento su mirada azulada había estado sobre mí.

»Fue un buen chico. Tuve la fortuna de conocer un poco de él antes de que todo se viniera abajo—Lander bajó la cabeza. No tenía ningún papel en donde tuviese escrito su discurso, pero miró sus manos como si observara algo. Entonces, noté que lo que había estado viendo era un sobre blanco igual al mío.

Era la carta que Jaxson le había escrito.

»Jaxson no era adivino como para saber que esto terminaría en una tragedia. Sin embargo, sé que tenía el presentimiento de que algo pronto ocurriría. Sus intenciones fueron buenas, siempre lo fueron, pero fue víctima de una de las peores atrocidades que una persona que se supone que debe quererte, cometió.

»No diré que estoy bien o que lo estaré pronto, porque simplemente no creo que sea posible. Me dieron la esperanza de tener un hermano y me la han arrebatado tan rápido como llegó.

Dulce Error ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora