37. Yo antes de ti.

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(Yo antes de ti)

Tienes lo que crees merecer, y si crees que no mereces nada, nada tendrás.

Lewis Capaldi— Hold me while you wait.

Él no se detuvo, y yo tampoco hice nada para detenerlo.

Al principio, sus labios se presionaron contra los míos de una manera suave y delicada, como si quisiera darme el tiempo de arrepentirme, pero entonces fui yo quien ubicó las manos en su nuca e intensificó un poco más el beso.

Sabía lo que estaba haciendo. Sabía que era un error, pero Jaxson era un lindo error, y besaba bien y no era Lander.

Él llevó sus manos a mi rostro y trazó pequeños patrones en mis mejillas. Se había sentido bien, tanto, que cuando se acabó, ninguno se alejó.

Él tragó con fuerza, me observó, cerró los ojos y pegó su frente a la mía.

—¿Por qué no me apartaste?—murmura despacio.

—Porque no quise.

—Pero debiste.

—¿Por qué?

—Porque tienes novio—responde con voz ronca—. Porque te quiere y no te abandonó, eso dijiste una vez.

De repente, siento un nudo en el estómago, un nudo que no debería estar sintiendo. Tomo un largo respiro y me alejo lo necesario de él para verlo a los ojos.

—Yo no tengo novio, Jaxson—digo y él arquea una ceja—. Ya no.

—¿Qué ocurrió?

Aparto la mirada de él y la bajo hacia mis manos.

—Digamos que yo dije cosas que no debía, que me arrepentí y tomé la decisión de disculparme, pero entonces él ya... eh, ya estaba haciendo algo que... no debió hacer—veo por el rabillo del ojo a Jaxson ladear la cabeza en modo de insistencia, ruedo los ojos y suspiro—. Se estaba besando con su ex novia.

—Oh.

—Le terminé.

—Oh.

—Y no he vuelto a hablar con él.

—Mmm.

—Jaxson—me quejo—. ¿Podrías decir más que monosílabos?

Él se relame los labios sin dejar de mirarme, yo lo miro con cautela y por inercia, cuando se humedece una vez más los labios, se me es imposible no mirar en esa dirección.

—¿Quieres que te aconseje? La única novia que tuve está muerta, así que... no creo que sea de mucha ayuda.

Le pego en el hombro y él ríe, pero aquel sonido se va apagando hasta que queda serio.

—¿Cómo estás con respecto a eso, rubia?—él consigue rodar su cuerpo y quedar más cerca de mí—. Cuando hablaste de él, supuse que era un buen chico.

—Es complicado.

—Eso dijiste también.

—No me recuerdes lo que dije, por favor—él apenas sonríe y pone las manos en alto, yo sigo hablando—. Fue ayer, yo estaba borracha y...

—Uh, nunca sucede nada bueno cuando uno está borracho.

—Jaxson.

—Vale, lo siento, sigue.

—Y yo vi a esa otra chica y dije cosas que no debí mencionar otra vez. Él se molestó, se fue y se perdió. Luego yo me levanté, lo busqué y lo vi—volteo a mirar al chico y clavo mis ojos en los de él—. Dijo algunas cosas que tal vez malinterpreté, quizá pensé que las cosas podían arreglarse, Lander y yo... nunca tuvimos una discusión de ese tamaño, pero entonces él no se apartó cuando ella lo besó.

Dulce Error ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora