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David se levantó para abrir la puerta, no sin antes recolocaron la ropa arrugada para que pareciera que no estaba tan mal. Dándole una última mirada al joven que sentado en el sofá miraba la puerta con un poco de nerviosismo.

David abrio la puerta dejando que el agente rubio entrase en la sala. Traía unos cuantos papeles más, para que de terminase el papeleo lo antes posible, ya que su hija se lo había insistido mucho.

Lo primero fue una revisión del estado físico de la casa, si había espacio para una persona más, si estaba en buenas condiciones para tener un joven en la casa... Todo ese tipo de cosas. Las cuales, tras una minuciosa inspeccion, la aprobó.

La segunda parte, era unas simples entrevistas para conocer si como personas podían convivir, y si el adulto tenia la capacidad mental de cuidar a alguien, lo mismo con el hecho de que el joven apreciará al adulto.

Lo primero fue la parte de preguntas a David, donde le pidieron que el pequeño se fuera a su cuarto, y que le llamarían cuando le tocase su turno.

Y así fue, a los 20 minutos, golpearon en su puerta, para que saliera el, y que el adulto fuera esta vez a su cuarto.

El agente le pidió que se sentase en la mesa del comedor, y le empezó a hacer preguntas mientras tomaba apuntes y rellenaba casillas en papeles.

- Como era su relación con David antes de esta situación? En el campamento...

- Solíamos tener ...riñas y pequeños enfrentamientos, pero solo eran bromas del momento, o quejas absurdas que cualquier niño haría en un campamento....

Max estaba más nervioso de lo que quería admitir, ya que si esto saliera mal, no le dejarían vivir en esa casa, y aunque no lo dijera, le gustaba la gente que le rodeaba.

Mientras, el agente solo escribía en el cuaderno marcando la repuesta a esa pregunta.

- Como ha ido su estancia hasta el punto actual?

- Perfectamente, no ha habido ningún problema y ...he estado muy agusto.

Volvió a marcar en su cuaderno la respuesta.

- A conocido gente aquí? O solo a estado en casa?

- He conocido a los vecinos, a su hija y un amigo suyo. También he salido a la calle, ayer salimos los 4 a dar un paseo...

- Otra nota en el cuaderno.

El adulto siguió preguntando cosas, y Max intentado responderlas sin ahogarse en sus pensamientos, y el miedo que sentía.

Al acabar las preguntas de la casa de acogida, también tuvo que preguntar detalles para saber más sobre sus padres, ya que ese era el punto central de todo.

- Cuando fue la última vez que los vistes o supiste algo de ellos?

- El día que me dejaron en el campamento, esa fue la última señal de vida que dieron.

- Alguna vez habían hecho algo parecido? Dejarte solo en algún lugar o algo así...?

- Nunca, alguna vez sí que se habían olvidado de mí, pero volvían rápido el darse cuenta de ello... Aunque si que habían amenazado con el hecho de dejarme tirado en algún lugar...

- Tienes algún otro familiar con el que se pueda contactar?

- Mis padres pelearon con sus familias hace años, ya no se hablan, así que no sabrán nada de nadie, no saben de mi desde que tengo 2 años...

- Sabes si hay algún lugar en el cual puedan estar? Alguna localización especial donde puedan estar?

- No... No son muy de irse a sitios especiales, o tener algo especial... Podrían estar en cualquier lugar...

- Vale, esto es todo por ahora.

Dijo para levantarse y pedirle al pequeño que avise al adulto que viniera. Y eso es rápidamente lo que hizo.

Al acudir, la cara sin emociones del rubio le encrespo la espalda a ambos, los cuales esperaban que el mayor dijera algo.

- Bueno, recopilando toda la información que he visto hoy, sin duda puedo aseguraron que habéis pasado el examen.

Los dos sonrieron, uno más en atentamente que el otro, pero ambos de felicidad.

- E traído toda la documentación necesaria para acabar con el trámite legar, y que David sea tutor legal de Max hasta la aparición de sus padres.

El agente procedió a enseñarle los papeles que este debía firmar, y obviamente es lo que el pelirrojo hizo.

Al acabar todo, el aguante se iba a ir de aquella casa, pero se acordó de una última cosa que le hizo pararse un segundo.

- A, se me olvidaba. Ayer encontraron que la tarjeta de crédito de tu madre fue utilizada para una compra en un supermercado... Así que sabemos que aún está en el país.

- Gracias agente.

Eso fue dicho por David, para que el rubio cerrase la puerta tras el y saliera del edificio.

Los dos en la casa se giraron al otro y gritaron. Quizás de alegría , quizás de impotencia, quizás solo por gritar, pero gritaron.

Queridos mamá y papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora