Epilogo

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*Buenas!!! Ha habido un pequeño problema con las actualizaciones, y el capitulo 52 se a desorganizado detrás del epílogo. Recomiendo ir al próximo capítulo y después volver al epilogo!!! Perdón por las molestias.

- Max! Tienes todo ya? Nos vamos a ir en unos segundos...

- Si papá... Lo tengo todo, a donde nos vamos?

- Ya te he dicho que es un secreto, cuando lleguemos te lo diré...

- Pero si estamos ahí, ya sabré donde estamos... No tiene sentido... Mejor déjalo...

- Solo confía en mí, ahora coge todas tus cosas y baja al coche, nos vamos ya!

- Ya voy... Tranquilo viejo.

Max todo su mochila y bajo hasta el coche, donde espero unos segundos para que David fuera al coche y abriera el coche para que los dos pudieran entrar en el vehículo.

David le sonrió a Max cuando estaban dentro del coche y encendió el motor,Davis conducía y Max estaba en el puesto del copiloto, con sus mochilas y objetos personales atrás.

David le propuso la idea de que Max eliguera la música, y el primer lo hizo con ganas, siempre le alegraba los viajes en coche.

El tiempo comenzó a pasar, las canciones comenzaron a pasar, las montañas eran más cercanas cada segundo y la vegetación cambiaba, se acercaban al campo. Pero Max seguía sin tener ni idea de dónde iba a ir.

Al cabo de una hora, ya había oscurecido un poco, aunque aún quedaría una hora de luz solar, la vuelta en coche tendría que ser a oscuras.

Los dos bajaron del coche, Max le volvió a preguntar dónde se encontraban.

- Donde estamos? Y porque estamos en medio de la nada?

- No seas impaciente... Solo tenemos que ir hasta la cima de esa montaña.

- Más camino!? Estas loco viejo, es tarde y no me apetecía nada salir, y menos a dar un paseo en medio de la nada.

- Tranquilo Max, solo confía un poco, seguro que no está tan mal hacer algo distinto por una vez...

- Por una vez...

Max tono su mochila y continuó hacia la cima de una ladera cercana, era la más elevada de la zona, pero comparado a la llanura cercana, era algo.

El camino hacia arriba no era costoso, solo un poco largo, se notaba que no solo Max estaba cansado, sino que David le costaba, ya que contaba con su mochila de viaje a la montalo que siempre llevaban en el campamento, y la llevaba cargada con cosas que Max no había adivinado aún.

Y todo cambió cundo los dos subieron hasta la cima simultáneamente. Desde ese punto se podía ver una preciosa explanada con un gran bosque , un bosque que Max reconocía como su propia mano.

- Estamos... Estamos en el campamento! Porqué hemos vuelto!?- Max se giró de espanto hacia su padre, el cual sonreía mientras observaba la encantadora vista.

- Estamos a pocos dias del verano, y el señor campbell va a abrir el campamento para otro año más, como yo soy un consejero, voy a volver a venir a trabajar aquí durante el verano, y espero que tú me acompañes.

- Yo!? Volver ahi!? Tu estás loco... Seguro que me va a tocar estar con unos 10 palurdos que no saben ni la hora... No voy a perder el verano ahí... Seguro que nadie viene de nuevo aquí, ni siquiera Gwen.

- Pues pequeño te equivocas... Gwen vuelve, yo vuelvo, tu también... Y más gente que conoces, por ahora Nurf, Dolph, Nerris y Preston... Pero Ered, Preston y Space kid también me han comunicado que están haciendo todo el papeleo...

- Pero ni Nikki ni Neil, ellos no van a venir aquí.

- Como que no! Sus padres ya me han comentado sus planes de volver a mandarlos a un campamento de verano, y estarán bienvenidos aquí cuando vuelvan.

- Entonces... Vamos a repetir lo del año pasado?

- No, vamos ha hacer un nuevo verano, donde tú irás al campamento y volverás de el conmigo, sin tantos problemas como el anterior.

Max pensaba en responderle, pero no tenía palabras. David continuó hablado.

- Una nueva oportunidad para disfrutar de un verano normal, donde no te tengas que preocupar por tu futuro fuera del campamento, donde estés con tus amigos y tu familia divirtiéndote. 

Max se tomó unos segundo para pensar en silencio antes de responderle a su padre con una voz muy tranquila, y emocional para lo que Max suele ser.

- Se que esto parece que nunca lo diría, pero... Tengo ganas de volver al campamento...

- Y ahora que estamos aquí, podemos hacer para lo que he venido! - Dijo David para empezar a sacar cosas de su mochila, como un gran mantel y un montón de cajas con comidas y bebidas .

- Me has traído hasta aquí solo para hacer un picnic?!

- Era un bonito detalle, para que veas lo bonito que es este sitio, y lo cerca que está de nuestra casa, de lo bien que lo vas a pasar con todos tus amigos y lo genial que es el aire libre.

Después de comentar eso, David señalo al cielo para poder ver un atardecer hermoso que se posaba sobre el campamento Campbell. Colores morados y rosas tomaban todo el cielo como si un cuadro fuera.

Max no solía ver el cielo tan bonito, nunca se había fijado en el cielo, siempre tenía la cara hacia abajo, esperando no cruzar mirados con nadie peligro. Pero con David podía levantar la miraba, mirar al cielo y ver lo bonito que son los sitios.

Lo bonito el es el mundo, lo bonito que es todo cuándo no tienes tanto peso a tu espalda. Los dos prosiguieron a comer lo que David había traído, una deliciosa cena que ninguno le hizo ningún feo.

Y ahí pasaron las horas, entre risas, música del móvil de Max , historias que se contaban sobre el campamento o sus vidas cotidianas.  Max podía expresarse libremente por primera vez.

El cielo se tornó azul oscuro, y las estrellas salieron a pasear, tal y como solo en el bosque se podían apreciar. La luna brillaba con fuerza siendo está la única iluminación de los dos. La única luz que le permitía a David ver a el dormido Max, que apoyado en el hombro del amor, había sucumbido al cansancio. Una vista hermosa.

Con mucho cuidado, David recogió a Max y cargándolo delicadamente, lo bajo hasta el coche, donde colocándolo en su asiento designado por el mismo, y tras guardar todas las cosas que había sacado en la cena, encendió el coche conduciendo en la oscuridad y las luces de las estrellas hasta la casa que los dos compartían.

Donde un Padre y un hijo convivían como la feliz familia que eran.

Queridos mamá y papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora