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Max se levantó poco a poco, todo le daba vueltas y estaba cansado, seguía con los ojos cerrados, porque ni fuerzas para eso tenía. Se acordaba del sueño del día anterior, aquel en el que David entraba a su casa para sacarlo de ahí, que locura.

Escuchaba voces de fondo, se notaba que en ese lugar había gente, pero sus padres nunca fueron de tener invitados, tampoco se llevaban bien con sus respectivas familias, algo no encajaba.

Decidió que abriría los ojos, aunque pesasen. Y para su sorpresa, el techo de esa sala era blanco, comparado al marrón del suyo. Donde se encontraba el pequeño Max?

Entonces giró su cabeza, encontrándose con una cabellera reconocible por el color que este tenía. Ese color rojo tan particular. Entonces todo era real? Ayer ocurrió de verdad?

Se encontraba tumbado en una camilla de hospital, no tenía ninguna aguja ni nada, solo un pulsador en el dedo índice de su mano izquierda, el cual estaba conectado a una máquina que pitaba. Por alguna razón que el no comprendía se preocuparon tanto de el hasta el punto de medir su salud al instante.

Intento salir de la cama, quería ver dónde estaba, preguntar a alguien que pasaba, y no quería molestar al pelirrojo, el cual dormía apaciblemente, y aunque a Max le hubiera encantado destrozar el sueño reparador, se detuvo.

La cama hizo un ruido espantoso, el cual despertó a su acompañante, David levantó su cabeza como acto reflejo por el sonido estrepitante y se cruzó con la mirada del pequeño, sonrió también por acto reflejo.

- Buenos días Max, como te encuentras?

- Donde estoy? Que paso ayer?

- Estás en el hospital, después de todo, necesitábamos saber si te encontrabas bien, no sabíamos que te podía haber pasado con tus padres... Así que te tuvimos que traer aquí...

- Todo lo de ayer fue verdad? Los han detenido?

- Si, supongo que no te acuerdas bien de ayer... Pero entramos y los detuvieron, ahora necesitas tranquilizarte y descansar, voy a avisar al médico que te despertaste.

El mayor a levantó del asientos, estiró un poco su cuerpo y espalda, ya que dolían, pero una nimiedad comparado al vuelo de Max, y eso que el había dormido en una cama. Se fue de la sala durante únicamente unos segundos, no quería irse demasiado del lado de Max.

El médico no tardó en acudir a la sala, entro tras David con unas hojas, que supuso Max que eran de su situación médica, y acertó.

- Buenas, soy su médico, y tengo los resultados de su situación. Procedere a decirle lo que pasa.

- Max, quieres que me retire? O prefieres que me quedé aquí?

- Quédate...

El pequeño le sonrió a el adulto, y David tomó con cuidado la mano del pequeño, el cual acepto el débil toque.

- El joven Max tiene 1 costilla rota, pero tiene 4 con roturas anteriores, cerradas de mala manera. También tiene una clavícula rota, pero cerrada, ya que la herida es antigua.

David apretó un poco más su apoyo en la mano de Max cuando escuchaba estas palabras, sabía que había pasado con las heridas antiguas. Le tomó la mano al pequeño, el cual lo acepto y recíproco el detalle.

- Tienes ambos pies malformados, por la falta de movimiento. Y la mano izquierda a tenido rupturas muchas rupturas, pero se han cerrado con el tiempo. Para su suerte, la mano se recuperó de manera bastante correcta, para ni haber tenido ayuda médica.

David soltó el apoyo en Max, ya que el sostenía la mano izquierda, la rota. No quería hacerle más daño y para evitar el dolor del pequeño, le soltó. Pero Max no le permitió que se retirada, sino que la sujeto con más fuerza, hasta el punto en el que cerró sus ojos del dolor que sentía en la mano, la cual no le dolía desde hace años, cuando ocurrió el "accidente".

- Eso es sobre los huesos. Cuentas con deficiencia en muchas de tus vitaminas, aunque parece que hace poco tu cuerpo las empezó a recibir más. La más importante es la falta de vitamina c.

David sabía que en el mes que Max estuvo a su lado, el pequeño se recuperó bastante, salía más a la calle y tomaba comida nas variada, se sentía orgulloso de poder haber ayudado un poco a Max.

- También cuánta con distintas hemorragias, pero están cerradas y no le ponen en peligro. Diferentes moratones y símbolos de haber recibido una paliza. Se le informará de todo en el informe medico completo, pero aunque cuente con una gran cantidad de daños, está fuera de peligro.

- Y que se puede hacer para arreglar lo que Max tiene? - David dijo una vez que el médico acabo su diálogo.

- Tristemente, las cosas que ya se han arreglado con el tiempo, no se pueden hacer nada. Lo único que se puede tratar es la ruptura de la costilla, para la cual recomiendo descanso y no hacer fuerzas, si su posición es correcta, se recolocar correctamente, aunque dolería durante un tiempo.

- Y los moratones y el resto de cosas?

- Pomadas, descanso, y una dieta variada,  tomar el sol , intentar descansar más... Llevar un estilo de vida tranquilo.

- vale... Gracias doctor.

- Cualquier cosa, me avisan.

El médico se despidió del dúo, del cual, Max no había dicho aún nada. El doctor salió por la puerta y se fue, cerrando la puerta a sus espalda.

Los dos se miraron durante unos segundos, Max fue el primero en romper el silencio.

- Lo siento, siento que tuvieras que escuchar todo eso...

- No, lo siento yo que tú tuvieras que escuchar eso... Es horrible, tienen que haberte dolido muchísimo...

- Y aún lo hacen, aunque cada vez menos... Pero siempre están ahí...

- Ahora intentaremos arreglar lo que se pueda arreglar, la costilla es lo que más me preocupa... Tuviste suerte se que no perforará un pulmón o algo...

- Suerte... Sin duda...

-  Ellos ya no están para que esto te vuelva a suceder, te podrás curar correctamente...

- Eso espero...

Los dos se miraron, para que David sonriera, y el pequeño Max también lo hiciera. El mayor tenía razón, sus padres ya no estaban ahí para volver a dañarle, esta vez les habían pillado.

Estaban seguros juntos.

Queridos mamá y papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora