_46_

121 19 1
                                    

Los dos se levantaron del sofá, David le sostuvo la mano a Max, el cual se apoyaba en el adulto para poder caminar correctamente, se iban a dirigir hacia la salida, pero los agentes le mencionaron que era buena idea recoger las cosas de Max. Así que David subió junto a Max encontrándose el cuarto del pequeño.

- Es este tu cuarto?...

- No es lo más del mundo, pero no está mal...

- Max, hay sangre en el suelo...? Estas sangrando?

- No, eso fue más ... Vómito...

- Has vomitado sangre!?

- No es importante, no me voy a morir, solo me duele un poco la tripa, pero eso se arregla en unos días...

- No te voy a dejar así, nos iremos al hospital cuándo llegémos. Yo recojo todo, no te preocupes...

David recogió las mochilas de Max, las cuales eran las mismas que había llevado cuando se fue de su casa, no había tenido ni tiempo para deshacer todo. Y las pocas cosas que sí que había sacado las recogió el pequeño para dárselas el pelirrojo para que las guardase en la mochila.

David se colocó todo el peso entre la espalda y una mano, para con la otra poder sujetar a Max, el cual se notaba que hacía un esfuerzo para no gritar a cada paso que daba.

Se dirigieron hasta la puerta, donde los agentes millers esperaban en el coche diciéndoles que entrasen en la parte trasera. A mitades de camino, se podía observar a los otros dos coches policía que retenían en cada uno de ellos a los padres de Max, los cuales estában gritando y resistiéndose. La madre de Max miro por última vez con ojos de fuego al pequeño, al cual se le helo la sangre.

Los dos coches patrulla se alejaron hacia la estación policial de la ciudad, mientras que David ayudaba a Max a entrar en el coche y después guardaba las cosas del pequeño en el maletero, como los agentes le habían pedido.

Se sentó dentro del coche y cuando todos se colocaron correctamente el cinturón, en coche se encendió y empezaron el camino de vuelta hacia la ciudad de donde estos venían.

- Y ahora, agentes... Que se hace?

-Primero llevaremos a Max al hospital para una revisión de su situación, después, mucho papeleo...

- Pero podrá quedarse conmigo por ahora? O donde tiene que estar?

- Ya tuviste en cierto punto la custodia de Max, y solo hace unos pocos días, seguro que aún no le ha dado tiempo a nadie a procesar el hecho que los padres de Max recuperaron a este, no habrá ningún problema si usted se queda con Max, al menos por un tiempo.

David sintió un escalofrío cruzando su espalda, no esperaba que pudiera volver a convivir con Max tan rápido, pero parece que aún existían cosas en la vida que le sonreían. Se iba a girar para decirle algo a Max, pero este se había dormido. Apoyando su cabeza con el lateral del cuerpo del mayor, como si de una gran almohada se tratase.

El pelirrojo se sorprendió, pero comprendió rápidamente lo cansado que debería estar el pequeño, así que le dejo descansar durante el viaje, donde mantuvo distintas charlas canales con los agentes para matar el tiempo.

Al llegar a la estación de policía, el pequeño seguía durmiendo. El plan principal era reabrir la estación , que uno de los agentes se quedase ahí empezando con todo el papeleo, mientras que el otro acompañaba a David y a Max al hospital para revisar todo, así avanzaban el trabajo.

Al bajarse ambos agentes, se encontraron a alguien que no esperaban ver en la puerta, Eres con el skate esperando a sus padres.

- Papas... Donde estabais? Nunca cerráis? Que a pasado?

- Hija... Estábamos haciendo un trabajo, te dejamos una nota, podías haberte ido a casa de algún amigo, o lo que quisieras...

- Que trabajo? Si este sitia es el más pacífico del mundo, nunca ocurre nada - la niña de dio cuánta que sus padres tenían a alguien en la parte trasera del coche - Habéis detenido a alguien?

- No exactamente, los detenidos están en otros vehículos, aquí tenemos a otras personas...

La niña no compendia quien podía ser, así que se asomó para ver si reconocía a el sujeto del coche, para su sorpresa fue David, pero no iba solo, cosa que ella no esperaba.

Sabía que Max había terminado en manos de sus padres, en vez de la de David, y eso era como una despedida eterna, pero a los pocos días ya había vuelto.

- Hija, nos vamos a ir al hospital para revisiones... Tu padre se quedará aquí en la central, quédate junto a él.

Dicho eso, el agente Miller que pronunció esas palabras se metió en el coche para volver a conducir, mientras que su marido abría la estación.

- Papá? Max está bien? Que ha pasado?

- Ha pasado una tragedia, pero esperemos que todo pueda ir a mejor.

Al llegar al hospital, los médicos ya habían sido avisados que la situación del pequeño, sabían que no estaba en estado crítico, ya que podia seguro consciente y moverse. Por lo tanto podía estar en el hospital de la ciudad sin problemas. La camilla recogió a Max en la propia entrada, el pequeño agradeció no tener que andar más.

Fue llevado hasta su habitación, donde un número de médicos le hacían pruebas, David tubo que esperar fuera hasta que estos acabasen. Ya era medio día, y el mayor no había ni desayunado , pero no sentía hambre , la adrenalina le hacía no darse cuenta de este tipo de cosas vanales.

Y el reloj del día continuó pasando, hasta la oscuridad, cuando por fin, los médicos se retiraron y permitieron a David entrar. Se sintió feliz al ver al situación pequeño, cuando descansaba durmiendo en la cama apaciblemente y con un bol de comida acabada en la mesa, le tranquilizó saber que al menos había comido algo. El mayor había conseguido un sándwich unas horas atrás, y había cenado algo, por lo tanto se sentía también contento.

A sentó en la silla de hospital de al lado de la cama de Max, y poco a poco, el sueño ganó terreno, aunque la silla fuera incómoda como el demonio.

Queridos mamá y papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora