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La mañana siguiente fue bastante normal, David levantó a Max con un desayuno que compartieron felizmente, Max había cambiado mucho.

Camino junto al vecino hacia el cole después de despedirse de su tutor, y fingiendo escuchar al actor, continuó en la dirección.

Las clases también fueron un viaje a su mente, aún era joven, y podía permitirse faltar de vez en cuando, y disfrutar de estar teniendo un viaje astral.

Lo malo fue que después de las emociones de ayer, al acordarse de la mínima probabilidad de feliz una sutil sonrisa salía de sus labios. Aunque tampoco fue tan relevante hasta que llegó el recreo, y Nikki y Neil le siguieron molestando como los cotillas que eran.

- Y sabes algo de tus padres?- Nikki se comía un bocata mientras hablaba más alto de lo normal.

- No, no se nada de ellos...

- Entonces estarás muy emocionado de volver a verlos! Yo hecharía mucho de menos a mi madre...

Max decidió no decirles sus verdaderas ideas, tenía miedo. Y era más sencillo hacerles creer que esa era la idea, menos preguntas que resolver.

Decidió llevar la conversación hacia otro lado, tanto de el mismo le estaba estresando.

- Y Nikki, que te ha traído a ti a este pueblecito, y desarrolla un poco más tu respuesta, que ayer fue demasiado corta.- Se sentía orgulloso de quitar los focos de el.

- Pues mi madre tuvo un problema con algunas personas importantes de mi antiguo pueblo, y tuvimos que mudarnos a otro... Y por casualidad acabamos aquí, no esperaba conocer a nadie, pero esto está muy bien!

- Así que no te ha traído aquí una fuerza sobrenatural? - Dijo Max irónicamente.

- Claro que no, porque tendría que ser así?

- Porque que posibilidad había que en este pueblo viviera más de la mitad de la población del campamento... Era solo una observación...

- Si que es curioso...pero no creo que tenga ninguna explicación rara.. - Neil intentaba racionalizar esa casualidad de la vida.

Y pretendía proceder a hablar durante todo el recreo, pero pararon al ver que Gwen se les acercaba al pequeño grupo.

No se podía saber su intención, quizás una bronca, o solo saludar... Ya se vería la respuesta a la duda que todos compartían.

- Max, Neil, Nikki... Solo vengo a pedir que no hagáis ningún desastre en clase... Se que es inútil pediros algo, pero de verdad, no destroceis nada...

Dicho eso, miro a Max para pedirle a el si podía acompañarle un poco.

- Y esto lo hago como amiga, no como profesor... - Empezó a decir mientras se alejaba de sus dos amigos, y la acompañaba a la sala de arte, de la cual ella era la profesora.

- Me ha llegado a los oídos, que ahora estás viviendo con alguien que es tu tutor, no tus padres... Y me acuerdo que la última vez que te vi fue cuando te fuiste del campamento con David. -
Ella estaba sentada sobre su silla, mientras que Max había cojudo una del alumnado y de había sentado también.

- Así quieres preguntar si estoy viviendo con David, la respuesta es si, creía que eso era la nueva sensación del pueblo...

- Que pasó cuando te fuiste? Y qué tal esta David, hace tiempo que no le veo, aunque ahora que trabajo en su mismo pueblo hay posibilidad que coincidamos...

- No tengo que darte ninguna explicación sobre lo que me pasó...- Estaba a la defensiva, no quería volver a tener que explicar por todo.- Pero David está perfectamente.

- Soy tu tutora, al menos hasta que tus padres vuelvan, y puedas largarte de aquí, así que más te vale desenbuchar.

- Salí del campamento junto a David, mis padres no estaban, David me invitó a quedarme hasta saber algo de mis padres. Historia corta.

- Vale, se todo lo esquivo que quieras, pero hablaré con David, ya que hace unos minutos he concertado una tutoría, y seguro que al ver mi nombre viene encantado.

- Eso suena como una amenaza... Y hace unos minutos has venido a pedir que hagamos algo... Parece que vas a conseguir todo lo contrario Gwen.

- No es ninguna amenaza, es solo cortesía, así que en unos segundos acabará el recreo, más te vale volver a tu sala a seguir con lo que sea que te toque hacer.

Dicho eso, el pequeño se levantó con una sonrisa cómplice sabiendo que esa sala se desordenaria de pies a cabeza en poco tiempo, salió por la puerta con un paso orgulloso y se fue a su clase, donde aún todos seguin esperando al profesor, por lo tanto no había nada resaltante en el.

Volvió a meterse en su cabeza, sabiendo que esa tarde pondria la música a tope mientras sentado en el sofá miraba algún punto fijo, y se imaginaba escenas con las letras.

El reloj avanzó rápido para lo que es el colegio, y pronto se encontró despidiéndose de Preston para entrar en casa.

Dejo las llaves en la entrado y tiro todo por el suelo. Saco el teléfono y conectado a los altavoces empezaron a sonar canciones que cualquier persona erizarán los brazos.

Moviéndose con libertad, miro en la nevera para encontrarse otra nota con comida cerca, la leyó mierdas sus labios daban una sonrisa que nadie pudo apreciar.

"Hoy toca algo más saludable, con todo el amor del mundo, David"

Dejo la nota de la misma manera que la última vez, pero esa vez la dejo en su cuarto, en una estantería al lado de las 20 cartas aún cerradas.

Había pensado en abrirlas, que sentido era tenerlas aún, no eran relevantes para nada, solo mierda emocional. Pero aún así tenía un muro que le decía que las dejará ahí, y así lo hizo.

Decidió no carcomerse la cabeza más, y calentó felizmente la comida, para después disfrutar de las melodías que sonaban por todo el habitáculo, que donde estaba solo.

Pero el sonido del telefono le hizo parar la música y cogerlo. Su sorpresa al oír la voz fue drenada rápido ya que sabía que la información que le darían sería muy importante.

- Buenas, soy el agente Miller, tenemos a los padres de Max.

Queridos mamá y papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora