Max se levantó como cualquier otra mañana, aunque le costó un poco más , no tenía ganas de nada, muchas menos ganas de lo normal.
Desayuno en silencio junto a David y cuando acabo se dirigió a su cuarto en silencio, to tenía ganas de decir nada.
Recogió su mochila y malestar escolar para poder irse al colegio, ese día si que iría. Así que cuando ya era la hora se largo por la puerta.
David se despidió de el cariñosamente, como ya hacia, pero Max no le dijo nada, solo se largo por la puerta.
Al bajar , no espero a Preston como hacía, no le apetecía tener que soportar al chivato que le dijo a todos esas cosas, decidió largarse solo.
El camino no era largo, pero si lo suficiente para poder disfrutar de música. Y si se puso sus cascos en los odios y conectándolo al móvil le dio al Play para que empezarán a sonar la música.
Viajaba en silencio hacia el infierno, no tenía a nadie con quién hablar, al rededor estaba algunos otros estudiantes de otros cursos. Pero nadie que conocía, y nadie que no le hubiera traizionado.
Al llegar al cole, Nikki y Neil no estaban donde siempre, mejor para el, que no quería verlos. Así que subió directamente a clase sin tener que hablar con nadie.
Se sentó en su asiento y poco a poco los estudiantes empezaron a llegar, y también los "amigos" de azabache, el cual no le saludaron ni hablaron, solamente continuaron como si no existiera. Como si le temieran.
Las horas tan aburridas como siempre, no tener a nadie con quién perder el tiempo y hablar, un sentimiento de vacío e incertidumbre. Todo eso le pasaba por su mente cada segundos y se preguntaba si de verdad valía la pena quedarse aqui, si nadie le hablaba.
El recreo fue tan aburrido como las clases, en silencio comiendo un bocata en una esquina, ni siquiera sabía dónde estaban los traidores, ni su habían ido a clase. Solo estaba el. A solas.
Más clases aburridas y una incapacidad de hablar con nadie, ni le miraron, más que por la espalda, y con miedo, era lo único que Max sentía.
Al salir de la escuela, Max tampoco tenía compañero de vuelta, así que se volvió a poner los cascos y a andar de camino a su casa a solas, no había ni pronunciado palabra ese día. No hacía falta , ya que nadie le hablaba.
Llego a esa casa sola y tiro todo en la entrada. Abrió la nevera para ver si había comida , y junto a un plato de verduras, una nota de David.
- Max , hoy llegaré nucho más tarde del normal, disfruta de la casa libre ! ♥️
No sabía si esa era un bonito detalle o algo deprimente, como podía haber creado tal afecto por alguien, a quien le arrancarían de los brazos. Meramente penoso de el.
Tomó la comida y la calentó, se sentó en frente del televisor y le dio a encender para perder su tiempo viendo cosas son sentido, como hacía siempre.
Tic tac, el reloj pasaba y so había noticias del mayor, ya había hasta oscurecido. El pequeño no había hecho nada a la tarde, y se sentía horrible , no te iba energías para hacer nada.
Era viernes y la mayoría de gente estaría fuera en las calles con sus amigos, y viviendo sus vidas felices. Pero el sufría, mucho más de lo que un niño de 10 años debía sufrir.
No se había terminado el plato, ya que se había enfriado antes de que se lo acabará, y no se encontraba con energías para para calentarlo de nuevo. No sabía que hacer más que esperar por noticias.
Oscureció del todo, y si idea del mayor, no había ningún mensaje en su teléfono, no había pasado por casa y nadie le había dicho nada, aún no le había hecho falta pronunciar ninguna palabra, no había dicho nada.
No podía hacer nada, queria poder hacer la tarea para quitarla de encima, pero no se podía levantar del sofá. Necesitaba que David estuviera a su lado. Necesitaba saber si los tontos de los jueces sabían ya que lo mejor para Max era dejarlo con David.
Pero no llego el momento, al menos no ese día. Así que ya era la hora de dormir, y aún no había noticias. Y el pequeño seguía aún delante de la tele, en ese punto, se encontraba tumbado en el sofá y viento con los ojos entrecerrados un programa que odiaba, pero el mando estaba lejos.
Y apoco a poco, el sueño le fue ganando terreno, hasta que cerró los ojos por última vez. Y calló en un suelo muy poco agradable, una pesadilla más para su colección.
La tele continuaba encendida y hablando los personajes de la pantalla, cuando el único que lo podía escuchar no hacía ni caso, ya tenía el suficiente problema escuchando a sus sueños gritarle.
Las voces de sus padres sonaban como gritos y no dejaban de insultarle. Maltratarme física y mentalmente, recuerdos de tiempos no tan pasados.
Se retorcía en el sofá y no podía dormir tranquilamente, solo necesitaba al mayor para confirmarle de que, al menos, esa noche se encontraba seguros de despertase con un golpe en la cara.
Pero no llego, y no llego, y Max paso horas en el sofá retorriendose en silencio, aún sin pronunciar palabras coherentes.
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Queridos mamá y papá
FanfictionLos campistas debén enviar a sus padres cartas diarias sobre sus progresos en el campamento, todos los días y todos los campistas, incluso Max. Los 20 primeros capítulos son cortos ( un tipo de introducción, después hay más que las cartas iníciales...