David levantó a Max, el cual estaba en un profundo sueño, pero al escuchar a David y sentir como era sutilmente sacudido en la cama, se levantó de golpe.
Había pensado lo fácil que sería ponerse una alarma en el teléfono que ya era sin duda suyo, pero agradecía que el mayor le levantará de ese estado, sus padres no solían hacerlo, le ayudaba saber que alguien le levantaría si algo pasaba.
Salió de la cama mientras bostezaba e insultaba al vacío ya que a esas horas no sabía ni que estaba pasando. David lo medio arrastró hasta la cocina para que desayunara unos cereales, y aunque estaba dormido, dio un poco de conversación, cosa que el mayor agradeció mucho, ya que le gustaba mucho mantener conversaciones con el pequeño que no fueran insultos o fritos, como pasaba antes en el campamento.
David le ayudo a ponerse la pesada mochila a su espalda y le saludo desde el marco de la puerta, tenía que irse al cole, se notaba ya que en la planta de abajo, su vecino, Preston le esperaba para ir juntos, era pesado, pero se soportaba.
Por otro lado, al mayor le tocó quedarse en casa, tenía que empezar con el trabajo, cosa que no le encantaba, pero de algo había que vivir.
Su trabajo ideal sería tener un campamento de verano todo el año, pero es literalmente imposible , así que intento apañarse la vida como pudo.
Trabajaba en una oficina en las afueras del pueblo, no era muy gramurosa, pero llevaba ahí unos años, y no tenía problemas con nadie, así que se lo pasaba bastante bien, para lo que tiene estar todo el día en un cubículo.
Se vistió con una ropa más apagada de lo normal, y salió por la puerta unos minutos después de que Max se haya llegado.
Cogio el coche y no tardó más de 5 minutos en estar en las puertas de ese pequeño y terrorífico lugar.
Saludo a la chica que estaba sentada en la entrada, viendo quienes entraban y si alguien tenía algún problema. Aunque ella no le devolvió el saludo, estaba muy ocupada pintando se las uñas.
David se subió al ascensor, que poco a poco le llevo hasta la planta 3, donde tenía el y muchos otros compañeros sus lugares de trabajo. Aún no había mucha gente , así que saludo a pocos, y menos fueron los que le devolvieron el gesto.
Se sentó en su cubículo y empezó a ver todo su sitio. Todo era gris y aburrido, no había ni una cosa que le hacía sonreír en ese sitio, todo tan muerto. Excepto una pequeña planta en una maceta del campamento Campbell, el cual se mantenía fresco, ya que por el verano siempre hay gente por ahí que cuida ciertas plantas y recoge mierdas...
Presentó todo, ya que con los meses estaba un poco deferente de como lo dejo, y después se sentó en su asignado asiento.
Empezaron a pasar las horas entre teclear y enviar cosas. Su trabajo era aburrido, pero era lo que le mantenía vivo, y ahora a Max también.
Se puso a pensar, que estará haciendo Max en esos momentos.
Se imaginaba que estaría molestando a algún profesor con sus amigos, y haciendo alguna trastada. Que estaría riéndose y disfrutando de la infancia.
Tristemente, no tenían mucho tiempo para pensar en sus cosas y tubo que volver a hacer eso que odiaba, algo tan aburrido, tan monótono...
Por otro lado, el pequeño no estaba haciendo exactamente lo que el mayor pensaba. Sino que estába muy nervioso, sabía que sus padres estaban a poco tiempo de presentarse en ese pueblo, y sabia que la adopción y todo tomaba tiempo, temia que hiciera lo que hiciera no pudiera quedarse ahí.
Tenía el no poder hacer nada, tener que quedarse ahí, viendo cómo lo sacan a rastras de la una casa y persona que alguna vez le a querido, y le a dado un hogar.
No era el joven man feliz en ese momento, el miedo le estaba comiendo desde dentro, algo que odiaba cuando pasaba, ya que era más común de lo normal.
Solo esperaba que el mundo estuviera de su lado, que por una vez tuviera el final bueno, de que no tuviera que volver a ese hoyo, ya que por primera vez había probado la libertad, y la hecharía mucho de menos.
- Max, deja de perder el tiempo y empieza a trabajar! - Gwen le gritó, la cual ya estaba hasta la coronilla de toda la mierda que los jóvenes hacían, hasta echaba de menos en campamento, al menos ahí podía beber hasta dormirse algunas noches.
Max renfuño y cogio el lápiz para continuar hacer su trabajo obligatorio.
Tenía ganas de salir de ese infierno u cárcel de jóvenes, de poder ir a casa y comer con David, de reír un rato, aunque siempre intentaría reprimir un poco sus sonrisas, era algo que siempre había estado con el.
Esperaba saber lo que pasaría con esos dos monstruos que tanto le habían hecho sufrir, soñaba esa tarde, ese buen momento en el que le dejasen solo de una vez.
Esbozando con ese lápiz, y hablando con Nikki, la cual para su suerte se sentaba a su lado. Paso la hora entre sus pensamientos.
Tecleando se le fue el tiempo, y lo que le saco de ese estado de inmersión fue la alarma de su móvil, la cual señalizada su hora de salida, porque al tener un crío a su cuidado,tenía que tener más cuidado con su trabajo.
Salió de la aburrida oficina y despidiéndose de nuevo de la secretaria de la entrada, recogió su coche y se largo hacia su casa. Pero una llamada le hizo para el coche a poco de llegar a su hogar, ya que los Miller les habían llamado.
- David, los padres de Max ya están en el cuartel, tenéis qu venir lo antes posible.
- Iremos cuanto antes.
David colgó la llamada, y sin tiempo para darse cuenta de lo que significa, acelera hacia su casa lo más rápidamente posible
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Queridos mamá y papá
FanfictionLos campistas debén enviar a sus padres cartas diarias sobre sus progresos en el campamento, todos los días y todos los campistas, incluso Max. Los 20 primeros capítulos son cortos ( un tipo de introducción, después hay más que las cartas iníciales...