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El mayor seguía triste mirando al pequeño, el cual estaba confuso.

- No te estaba molestando?

- Max, porque dices eso?- le miró ahora con decepción, pero no hacía el , sino de alguna manera se la dirigía a los padres de este.- claro que no me moleata tu música.

- A la gente normal no le gusta, dice que es anticuada, y no es el único tipo de música que escucho, solo que ahora sentía que era buen momento...

Se notaba que el pequeño estaba avergonzado, sin que se diera cuenta, el mayor había entrado en su burbuja segura, y había cambiado su mundo desde dentro. Y no era la primera vez que el hacia eso.

- Max, no tienes que avergonzarte de la música que te gusta, a mi también me parece muy bonita la música antigua de los 50's. Es muy tranquila y poética.

- Pues la gente normal piensa que es una cursilería... Y para mí suerte, mi gusto musical es amplio... Algunas canciones son más normales...

- No te avergüences de la música que escuchas, no tiene nada malo... A mi también me gusta mucho, Elvis Presley es muy buen músico.

Se miraron en silencio por segundo que parecían minutos, hasta que Max cedió o dijo las primeras palabras.

- Quieres que la vuelva a poner?

- Si eres tan amable...- Dijo sonriendo, sabiendo lo que iba hacer el pequeño, ya que mientras lo decía, de volvía a tumbar en le sofá.

Cuando la letra de la actual canción comenzó a salir de los altavoces, la voz de David también sono, intentado darle un poco de confianza al pequeño, que con el adulto no se atrevía a abrir la boca, aunque era la primera persona que jamás había aprobado algo de su música.

Su playlist era muy variada, por lo tanto , de esa canción tan tranquila, de la cual los dos había disfrutado tanto, paso a ser una más actual y menos poética, lo que hizo que al pequeño se ruborizarse más, nunca le gustó mostrarse a la gente.

Pero el adulto no le llamó la atención, sino que tarareo la canción la canción sutilmente, se notaba que esa no la había escuchado muchas veces.

- Max, cual está sonando? Esta también mola... Tienes un buen gusto musical, ya me podrías recomendar música.

- Esto es Daddy Issues... Ironico- lo último lo dijo en voz baja, no necesitaba que el otro le escuchará, eso era solo para él.

- Pues también mola, tienes más cosas chulas? - Pregunto mientras se levantaba para ver en el móvil la.laita de música que están sonando.

Max no llego a tiempo para parar al alto antes de que tomase el teléfono entre las manos, y lo levantase a una altura que su pequeña estatura no le dejaba llegar.

- Tu música está chula, no conozco todas, pero tiene buena pinta- decía mientras desplazaba el pulgar por la pantalla y sonreía.

Sus padres y en esa situación le hubieran guitado y quitado el teléfono por molestar. Nunca le quisieron demasiado, pero esa no era la actual realidad.

El capullo que estába alagando por primera vez algo que Max escondía era el mismo que había sido la mejor persona que había conocido.

El mayor sonreía mientras seguía leyendo títulos, el pequeño intentaba ocultar la sonrisa por ver la situación, se sentía seguro. Los ojos del adulto reflejaban tranquilidad y aceptación, algo que no solía tener.

Después de un rato, el mayor le pidió que dejase la música sonando un rato más, le interesaba lo que sonaba por los altavoces, esas distintas melodías que podían llegar a hacer el cuarto temblar.

Progresivamente, max cogió confianza, hasta el punto en el que los dos habitantes de la casa cantaban juntos a coros distintas canciones, para acabar riéndose.

Nunca había hecho eso, uno por inseguridad, el otro por culpa de su cerrado grupo de amistades.

Pero ahí estaban seguros, juntos.

- Por cierto Max, que tal la ropa, todo bien? - se agachó un poco, le gustaba estar a su misma altura, hacía más sencilla la conversación.

- Todo bien, no hay problemas. - Dio una corta y sutil sonrisa, pero que David interpretó a la perfección. Ya habían vivido juntos por un tiempo.

Al rato, los dos cansados, decidieron preparar la cena, no fue nada del otro mundo, se habían agotado mucho.

Una sencilla comida, donde los dos siguieron hablando sobre música, parece que los dos podían convivir sin estar mal, algo que nadie del campamento hubiera afirmado.

Pero ahí, estaban ahí, viviendo el presente, sabiendo la realidad, la cual era que dentro de unos días sabrían si sus padres volverían, o nunca los volvería a ver , exactamente como quería que fuera.

Cansados, cada uno decidió irse a dormir pronto, mañana también habría escuela, así que Max acepto sin mucha resistencia, al fin y al cabo, estaba cansado.

Se tumbó y cerró los ojos, soñando con una familia de verdad.

Queridos mamá y papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora