50. 「 Bella y la Bestia 」

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-¿Una poción de verdad?- repitió Peter enarcando una ceja.

-Si, toma tiempo hacerla según lo que dicen tus libros. Pero al menos sabré que no me estas mintiendo- explicaste cruzándote de brazos, expectante a la reacción del castaño.

-¿Y así me perdonaras?- preguntó él. Podías notar la esperanza en sus ojos, o eso quisiste creer. Suspiraste, dándote cuenta de que no te ayudabas a ti misma a mantenerte enojada con el ojiverde.

-Seria un comienzo- respondiste con una mirada seria. Peter te miro entrecerrando los ojos antes de mirar a un lado por ninguna razón en especifico. Relamió sus labios vacilante y comenzaste a sospechar que te iba a decir que no.

-No creo que sea una buena idea, _______.

-¿Por qué no?- replicaste molesta.

-Porque hay cosas de mi... Cosas que hice en el pasado que no te van a gustar y me gustaría que no las supieras- respondió con seriedad. Cruzaste los brazos disgustada, ladeando la cabeza con el ceño fruncido.

-Si me quieres dejar aquí en Neverland por el resto de mi vida, me voy a enterar eventualmente. Al menos así podre confiar en ti de nuevo - argumentaste con una mirada molesta. Peter suspiro ante tu argumento y paso sus manos por su cara.

-Esta bien, tienes razón- murmuro el ojiverde volteando hacia ti-. Empezare hacerla mañana y te avisare cuando este lista.

-¿En serio?- preguntaste sorprendida de que cediera.

-Ya te dije. Si así me puedo ganar tu confianza de nuevo, lo hare.

-Okay. Pues avísame cuando la tengas -murmuraste, viéndolo con recelo. Comenzaste a avanzar hacia el campamento, tomando la discusión como terminada.

-Pero tienes que prometerme algo- te dijo atrapando tu muñeca para detenerte.

-¿Qué?

-Que tu tomes un trago de la poción- respondió él haciendo que fruncieras el ceño.

Dudaste por un momento, sin saber que ganaría él con ello pero aceptaste, queriendo acabar con las dudas que tenias en tu cabeza- Bien.

-Perfecto- dijo con una sonrisa ladina.

Entrecerraste los ojos y le lanzaste una mirada molesta antes de liberarte de su agarre. Ambos caminaron hacia el campamento en silencio. Sus hombros chocaron y sus manos rozaron en varias ocasiones durante el camino molestándote profundamente. Eras tan vulnerable al castaño y lo odiabas, el simple roce de su mano te volvía loca.

Finalmente llegaron al campamento. Los perdidos ya se habían ido a dormir y lo único que quedaba era la fogata prendida. Inmediatamente entraste a la cabaña y tomaste una manzana para antes de dormir. Peter se metió a su cuarto al entrar, dejándote sola en la cocina. Justo cuando te ibas a ir a dormir escuchaste que alguien llamaba la puerta. Frunciste el ceño, ya que te parecía extraño que alguien estuviera despierto a esa hora. Tiraste lo que restaba de la manzana y abriste la puerta con curiosidad.

-¿Harry?- preguntaste sorprendida de verlo antes de notar las lagrimas en sus ojos. Rápidamente te agachaste y limpiaste sus lagrimas de su mejilla-. ¿Qué paso, pequeño?

-Tuve un pesadilla... Y- Y Ethan y Matías me sacaron de la tienda porque los desperté... -murmuro el pelirrojo entre sollozos mientras miraba cabizbajo hacia sus pies.

-¿Quieres dormir aquí?-le preguntaste suavemente, sintiendo una opresión en tu pecho al verlo llorar. Harry asintió con timidez antes de que le lanzaras una sonrisa reconfortante-. Ven vamos a dormir.

-Gracias... -murmuro el pelirrojo somnoliento. Cargaste a Harry y te fuiste a tu cuarto para arroparlo en tu cama-¿Me cuentas un cuento?

-¿Un cuento?- preguntaste, sentada en el borde de la cama. Te recargaste sobre tus brazos pensando en una historia para contarle-¿Qué te parece si te cuento el de "La Bella y la Bestia?

Harry acepto y le comenzaste a narrar como hace mucho tiempo durante un viaje un hombre acaba en un castillo mágico habitado por una bestia. La bestia termina encerrándolo y para salvarlo su hija menor se ofrece para quedarse con la bestia. En el palacio, la Bestia trata a Bella con grandes atenciones y comienzan a hacerse amigos, hasta que Bella abandona el castillo para ir a visitar a su padre enfermo. Bella le promete regresar pero se retrasa a su regreso. AL llegar al castillo la Bestia está a punto de morir de tristeza, y cuando Bella le encuentra así le confiesa su amor, deshaciendo el encantamiento que encerraba a un príncipe bajo la forma de bestia.

Al terminar la historia el pequeño estaba profundamente dormido en la cama. Reacomodaste un mechón de su cabello y sonreíste para ti misma antes de levantarte de la cama e irte al sofá. Una vez sentada, pasaste tus manos por tu cara y te preguntaste lo qué estabas pensando cuando le mandaste ese mensaje a tus padres.

《 Peter Pan 》 ❝ Dulce Venganza ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora