「 Después de regresar a Neverland por razones desconocidas, Peter decide saldar cuentas con Emma y sus compañeros por intentar mandarlo al inframundo. Al ver que Emma y Garfio tienen a una pequeña niña, Peter comienza su plan para enamorar a esa peq...
Alargue el último capítulo para que vayan a checarlo
-¿Y tú quien eres?- preguntó Peter a Aaron, apuntándolo mientras ladeaba la cabeza.
-Aaron-respondió con enojo-, soy el novio de _______- continuo él haciendo que Peter riera con lo ultimo.
-Eras- lo corrigió Peter mirando a Aaron con intensidad-. Ahora, por encantador que fuera verlos, _______ y yo tenemos que regresar a Félix al campamento.
-No- reclamo Henry con decisión-. _______ vendrá con nosotros.
-¿_______ no les dijo?- preguntó Peter divertido, viéndote a ti y después al par de chicos-. Ella no se puede ir de Neverland. Y yo personalmente me asegurare de ello- aclaro, su semblante cambiando drásticamente al ultimo. Ambos te miraron preocupados, sin entender porque Peter decía eso. Tu decidiste no comentar nada pensando que entre menos supieran mejor. Miraste a Peter con una expresión neutra.
-¿Ya nos vamos?- le preguntaste al ojiverde, más una petición que una pregunta.
-Claro-accedió él, volteando hacia los dos chicos-. Conociéndolos, estoy seguro que los veré luego- se despidió Peter antes de que una nube de humo verde los envolviera y aparecieran en la cabaña.
Al aparecer en la cabaña pasaste tus manos por tu rostro con frustración. Y antes de poder reclamarle a Peter de no haberte avisado de que tu familia habia llegado, sentiste sus labios posarse sobre los tuyos con ferocidad. Sus manos pasaron por tu cabello desesperadamente mientras te acercaba a él.
Entreabriste los labios para decir algo pero Peter se te adelanto, abriéndose paso a tu boca para saborearla. Se te puso la piel de gallina cuando Peter deslizo sus manos por tu espalda hasta terminar en tus muslos y levantarte para que abrazaras su torso con tus piernas. Tu abdomen bajo se tenso mientras abrazaste su cuello con tus brazos por miedo a caerte. Tu espalda golpeo la pared y por instinto gemiste contra los labios del castaño.
-Peter, Peter, espera- murmuraste intentado recuperar tu aliento mientras el castaño besaba tu cuello.
-¿Qué?- preguntó con voz ronca. Sus ojos oscurecidos se posaron sobre los tuyos haciendo que se te fuera el aliento.
-Vas muy rápido... -dijiste en un suspiro haciendo que Peter frunciera el ceño.
-¿Estas criticando mi técnica?- preguntó ladeando la cabeza manteniendo su expresión seria.
-No, tu técnica es excelente pero necesitamos tomar un momento... - le pediste sintiendo tu pecho subir y bajar pesadamente. A Peter le llamo la atención y negó con la cabeza viendo a tu pecho.
-No- dijo con la mandíbula tensa, levantando su mirada a tus ojos.
-¿No?- preguntaste extrañada, notando por primera vez la firmeza de su agarre.
-No- repitió separándote de la pared y apegándote a su cuerpo con brusquedad haciendo que soltaras un quejido en sorpresa-. Te quiero. Ahora.
Sus ojos te miraban con una fiereza que le desconocías e instantáneamente te estremeciste ante sus palabras. Suspiraste de manera temblorosa y viste hacia el techo excitada. El castaño sonrió de lado sabiendo que habia ganado. Bajaste la mirada hacia Peter y apuntaste detrás de él.
-¿Se te olvida que Félix esta en el sofá encantado?- preguntaste viendo al rubio mientras Peter caminaba a su cuarto y cerraba la puerta detrás suyo.
-Despertara en unas horas- aseguro, tirándote sobre la cama con cuidado. Se posicionó sobre ti y volvió a besar tus labios de la misma manera que antes.
Cerraste los ojos enfocándote en las sensaciones que te proporcionaban los labios del castaños. Sus labios se enfocaron en tu labio inferior justo antes de sentir al ojiverde morderlo suavemente. Abriste los ojos al sentir los labios de Peter separarse de los tuyos ligeramente.
-Dime que eres mía- te ordeno contra tus labios. Sonreíste de lado, dándote cuenta de porque se habia puesto de tal manera.
-Peter, ¿estas celoso?- preguntaste divertida. El ojiverde entrecerró los ojos haciendo que sonrieras de lado.
-¿Celoso?- preguntó, levantando ambas cejas y mirándote incrédulo.
-Oh por Dios... estas celoso- murmuraste sonriente. Peter negó la cabeza con una sonrisa ladina.
-Princesa, si todavía puedes usar tus piernas, no estoy celoso- te aseguro contra tus labios haciendo que te estremecieras.
-Lo estas- respondiste firmemente haciendo que frunciera el ceño-. Aunque debo decir que no tienes razones para estarlo- le aseguraste acariciando el cabello en su nuca-. Soy tuya. Toda tuya.
Peter te miro complacido y beso tus labios nuevamente. Su ferocidad regresó con toda su fuerza y después de eso todo se volvió borroso. No recordaste en que momento tus ropas desaparecieron.
Estaban cuerpo a cuerpo contra las sabanas de la cama que rechinaba con cada embestida. Con cada embestida venían gruñidos y gemidos descontrolados, algunos silenciados contra los labios del contrario. Los labios del castaño bajaron a tu cuello haciendo que tuvieras que morder tu labio para silenciar tu voz.
-Grita mi nombre- ordeno contra tus hombros.
-P-Peter
-Grita.
Esa fue su orden antes de que cumplieras, gritando su nombre desde el fondo de tus pulmones. Ese grito indicaba solo una cosa. Habías llegado al orgasmo. Por segunda vez consecutiva. Escuchaste la risa ronca de Peter antes de sentir que besara tus labios.
-Quisiera ver a Aaron hacer eso.
Negaste la cabeza, sabiendo que el pelinegro no podría hacerlo ni aunque intentara. Intentaste recuperar tu aliento, dándote cuenta de que Peter realmente era un monstro.
Y como te encantaba.
No estoy segura de que me guste este capitulo pero me da igual aquí esta. Les dejo este dibujo que encontré en Pinterest para compensar.
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