《 Peter Pan 》 ❝ Dulce Venganza ❞

25. 「 Espadas 」

Cambie la portada de nuevo... y sigue sin gustarme. Esto es más que nada para mi misma pero la imagen en multimedia representa el tipo de ropa que usaría rayita en su día a día pero sin la capa/falda. También quería aclarar que no se nada de usar espadas entonces todo lo saque de wikihow. En otra nota en los siguientes capítulos va a haber un juego y no se si llamarlo "Piratas y Captivos" o "Piratas y Fugitivos" díganme en los comentarios que prefieren.

Era la mañana siguiente y como prometiste estabas enseñando a Adara y Tigrilla como pelear con la espada. Félix y Peter estaba detrás tuyo ayudándote a enseñarles o al menos eso se suponía. Matías también estaba con ustedes pero simplemente lo hizo porque estaba harto de los demás niños.

-...ya que saben como atacar practiquemos como defender- les dijiste a Adara y a Tigrilla mientras Matías te daba tu espada-. Gracias, Matías.

-Que tierno... -susurro Adara. Matías la oyó y frunció las cejas con molestia.

-No soy tierno- le reclamo antes de sacarle la lengua a la ojiazul.

-Awww- dijo ella enternecida al ver al pequeño molesto.

-Adara, concéntrate- reíste divertida viendo como Matías se escondía detrás de tus piernas .

-Si, si. Perdón- dijo ella sacudiendo la cabeza y agarrando su espada del piso.

-¿Cómo es el movimiento?- preguntó Tigrilla más enfocada que Adara.

-Miren. Cuando su oponente intente golpearlas, levanten la hoja de su espada contra la de él para bloquear el ataque. Lo más importante es que se aseguren de tener un muy buen agarre de su espada y mantener su postura para bloquear eficazmente- dijiste haciendo el movimiento lentamente según ibas dictando.

Tigrilla y Adara te imitaron y repitieron el movimiento varias veces. La manera en la que se posiciono Adara era algo tensa, normal para un principiante. Sin embargo, desde el ayer habías notado que Tigrilla tenia un don natural para la batalla y siempre lograba lo que le enseñabas a la primera.

-Adara intenta separar más tus piernas y también gira tu cadera un poco- dijiste caminando hacia ella después de dejar tu espada en el piso-. Justo así- le dijiste acomodándole los brazos para que quedaran más separados de su cuerpo. Después la agarraste de la cadera y la giraste ligeramente causando que quedaran en una posición muy comprometedora.

-Me esta gustando mucho esta clase... -murmuro Felix viéndote a ti y Adara con una sonrisa estúpida haciendo que suspiraras indignada dándote cuenta de como se veían.

-Eres un puerco- reclamaste soltando a Adara mientras intentabas no lucir avergonzada por su comentario.

-¿En serio, Felix?- preguntó Peter con un sonrisa molesta haciendo que el rubio abriera los ojos como platos.

-Perdón- dijo casi instantáneamente. Peter lo seguía mirando con molestia pero al levantar la mirada te encontró viéndolos enternecida. No eran muchas las veces que lo mirabas de esa manera provocando que su molestia desapareciera casi al instante.

-¿Que? ¿Por qué?- pregunto Adara sin entender.

-Eres demasiado pura, Adara- le dijo Tigrilla riendo.

-¿Por qué? ¡Díganme!- dijo ella haciendo un puchero.

-Mejor volvamos a entrenar... -dijiste divertida ante lo inocente que era Adara.

-Noooo, yo ya me canse- se quejo Adara como niña chiquita.

-Sabes, yo también- dijo Tigrilla tirando la espada al piso-, desde hace rato que no siento mis brazos.

-Yo tengo hambre- te dijo Matías agarrando tu dedo meñique para llamar tu atención.

-¿Sabes qué? Yo también- le dijiste antes de agacharte y cargarlo. Te encantaba ver como Matías sonreía disimuladamente cada que lo cargabas. Nunca te lo pedía pero cada que lo hacías se le iluminaban los ojos.

-Aw... -dijo Adara acercándose a ti y Matías-. Eres tan lindo.

-No soy lindo...- dijo el castaño sonrojado.

-Si lo eres- replico Adara sonriendo. Matías se puso todavía más rojo y sin saber que hacer, oculto su cara en tu hombro-. Que hermosura.

-Si, yo también pienso eso- le dijiste enternecida trazando círculos en su espalda mientras lo cargabas-. Aunque odia que se lo diga...

-Paren ustedes dos, apenan a Matías, ¿no es así?- las regaño Peter parándose a lado de él, Matías levantó la mirada para ver a Peter y asintió con el ceño fruncido. Te reíste ligeramente y le diste la razón al ojiverde-. Mejor vayamos a comer.