《 Peter Pan 》 ❝ Dulce Venganza ❞

23. 「 Vulnerable 」

Peter y tú habían regresado a su tienda acabando el banquete. Peter estaba anotando algo en un cuaderno en el pequeño escritorio que había en la tienda. De mientras tu estabas acostada en la cama, intentando leer un libro que te encontraste en la mesita de noche.

-Me gustó la historia que contaste hoy- comentó Peter desde el escritorio mientras guardaba su cuaderno en los cajones.

-Que bien- dijiste cortante sin bajar el libro, evitando que Peter te viera la cara. El ojiverde frunció el ceño extrañado.

-Veo que te llevaste bien con Adara- dijo levantándose del escritorio y caminando hacia la cama.

-Mhm.

-Princesa, ¿estás molesta conmigo o es simplemente idea mía?- te preguntó el castaño en tono divertido, sentándose en el borde de la cama a tu lado.

-¿Qué te daría esa idea?- preguntaste fríamente todavía manteniendo tu mirada fija en las hojas del libro.

-Vamos, princesa. Dime que hice para que te pusieras así.

-¿Sabes? El hecho de que no lo sepas es lo que más me molesta- le dijiste finalmente bajando el libro para lanzarle una mirada de fastidio.

-¿El beso?

-Si, Peter- reclamaste dejando el libro en la mesita de noche mientras te reacomodaste en la cama-. Me prometiste que no harías nada que yo no quisiera sin mi permiso -Peter se rio ligeramente, aumentando tu enojo-. ¿De qué te ríes?

-Mira, lo hice sin tu permiso, si. Pero no puedes decir que no te gusto- aseguró con una sonrisa ladina.

-Lo acabó de decir.

-Y ambos sabemos que es una mentira- dijo levantando una de sus cejas.

-No lo es- aseguraste, sabiendo tan bien como él que estabas mintiendo.

-Claro que si- dijo entre risas-, si mal no recuerdo hubo una vez que me rogaste para que te besara. Lo disfrutas.

-Estaba borracha, no cuenta- justificaste mirándolo enojada, no habías esperado que usara ese incidente contra ti.

-¿Entonces si te besara ahora mismo, no me besarías de vuelta?

-No, no lo haría- dijiste de la manera más convincente que pudiste. Peter entrecerró los ojos viéndote escéptico.

-¿Te molesta si confirmo eso?- dijo poniéndose sobre ti a horcajadas.

-¿Qué haces?- le reclamaste cuando atrapo tu cuerpo entre sus brazos.

-Demostrar que eres una mentirosa- contestó como si fuera lo más obvio del mundo.

-Vamos, Pan, déjate de tonterías- le pediste sintiéndote incomoda al estar en esa posición.

-Lo hare cuando me digas la verdad, princesa.

-Peter, quítate- le exigiste con molestia.

-¿O qué?

-Me encantaría decir que te mataría pero ambos sabemos que es una completa mentira- dijiste con impotencia, dándote cuenta por primera vez de lo verdaderamente indefensa que estabas frente a él. No era suficiente que tuviera más fuerza física y magia más poderosa que la tuya pero ahora también tenia un poder emocional sobre ti. Esa era la verdadera razón de tu enojo, antes de que te besara no eras consciente de ello pero ya no podías ignorarlo -. Realmente podrías hacer lo que quieras conmigo y no te podría detener.

-Eso no es cierto, ______ -te contradijo. Ese lado tuyo no era nuevo para él, aunque si le era raro verlo. Ese lado sensible y vulnerable que rara vez demostrabas hacia que se generara una opresión en su pecho que hace mucho no sentía.

Era una faceta que hasta la fecha solo había visto cuando te rescato de Barba Negra. Ante la realización de que ahora él había causado que te sintieras de esa manera lo obligo a sentir arrepentimiento por algo que antes le parecía indiferente. Suspiraste rendida y te levantaste de la cama una vez que Peter se quito de encima tuyo.

-Ambos sabemos que lo es- dijiste con molestia mientras cruzabas los brazos-. La única cosa que tengo contra ti es tu palabra, y ahora ni siquiera eso tengo.

-Claro que la tienes- te aseguro el ojiverde sentándose en el borde de la cama mientras tu dabas vueltas en el sitio.

-¿Sabes qué? No quiero hablar más de esto- dijiste pasando una mano por tu pelo con frustración-, iré a tomar un poco de aire- Ibas a salir de la tienda pero no llegaste muy lejos antes de que Peter se parara y lo impidiera.

-Espera, _______ - te pidió agarrando tu mano y jalándote hacia él con suavidad-. Mira, lo lamento. Es solo que no lo había visto de esa manera- se disculpo Peter acariciando el dorso de tu mano. Bajaste la mirada a tu mano y al levantar la vista te encontraste con esos orbes esmeralda que tanto te encantaban. Bajaste la mirada a sus labios y te volviste increíblemente consciente de lo cerca que estaban uno del otro.

-¿Por qué lo hiciste?- preguntaste todavía sin entender la necesidad de darte ese beso y hacer de tu cabeza un lio.

-Edmund y Jacobo no son tan problemáticos pero los hijos de William estaban con ellos y son algo de lo que cuidarse como pudiste darte cuenta con Oliver.

-¿Y querías que supieran de nuestro "matrimonio"?- preguntaste haciendo comillas en el aire.

-Si.

-¿No se te ocurrió otra manera de hacérselo saber?

-Si... pero ninguna de ellas me daba una excusa para besarte.