《 Peter Pan 》 ❝ Dulce Venganza ❞

4. 「 Los Trillizos 」

Habían pasado sólo dos días desde que la ojiazul llegó a la isla y no había sido fácil. Le costaba conseguir comida, agua potable y un lugar donde dormir a salvo. Ya estaba cansada de tener que esconderse de los supuestos perdidos que estaba al punto de considerar entregarse. Sin embargo seguía de pie y más importante libre del tal Peter Pan si es que realmente existía.

Como lo había hecho los últimos días, ______ se encontraba vagando sin rumbo alguno sobre la isla cuando escuchó un llanto cerca de donde estaba. Se acercó hacia el ruido y se encontró a tres niños. El más pequeño aparentaba unos cinco años, tenía ojos azules y cabello rubio ceniza.; el más grande parecía tener diez años, tenía cabello castaño bastante desordenado, ojos grises y una linda nariz respingada; y finalmente el intermedio aparentaba siete u ocho años, tenía ojos azules y cabello rubio ceniza. Este último se encontraba en el suelo con lágrimas al borde de sus ojos, tenía una rodilla raspada y un lindo puchero en la cara.

-: Vamos Ethan, levántate. - le pidió suavemente el más chico al herido que aparentemente se llamaba Ethan.

-: Pero duele... - murmuró sorbiéndole su naricita.

-: Awww. - susurro ______.

-: Vamos, antes de que llegue la niña. - suplicó el menor de los tres.

-: ¿Y si nos lastima como a Will y Jackson? - preguntó el más grande volteando a ver alrededor con miedo.

Algo dentro de la peli(color) se estremeció al ver que esos chicos le temían. Aunque no lo admitiera muy seguido su instinto maternal era muy fuerte, por lo mismo le encantaba cuidar a niños chiquitos. Así que con lentitud camino hacia los pequeños asegurándose de no hacer movimientos bruscos.

-: No lo haré, tranquilos. - aclaró con las manos arriba. -: Les doy mi espada si quieren. - sugirió al ver que los pequeños se sobresaltaron al verla.

El más pequeño la vio con un brillo especial en sus ojos, la chica sintió ternura al notarlo y sonrió ligeramente. Era obvio que el pequeño necesitaba una figura materna por ello su reacción. ______ se arrodilló a la altura del pequeño rizado y le dio un cariño en su mejilla haciendo que este sonría ampliamente.

La muchacha volteó a ver al rubio que estaba en el suelo y le preguntó cuál era su nombre mientras caminaba hacia él.

-: Me llamó Ethan... - murmuró viéndola con cierto temor.

La chica miro la herida Ethan mismo tiempo que el pelirrojo se ponía a su lado. El mayor seguía atrás de Harry mirándola con recelo.

-: Y tu pequeño, ¿cuál es tu nombre? - le preguntó al pelirrojo.

-: Harry. Él es Matías pero no le caes bien. - le susurro a la chica sin mucha discreción causándole una sonrisa a esta.

-: Esta bien. - le sonrió a Ethan. -: Ethan, ¿quieres que te vende tu raspón? - le preguntó sentándose como indio. El pequeño asintió con una pequeña sonrisa.

______ arrancó parte de la capa que tenía y la puso alrededor de la rodilla del rubio con cuidado de no lastimarlo. Al terminar lo cargo y le preguntó hacia donde iban.

-: Hacia allá, al campamento. - le dijo Ethan, sonriendo ante el afecto que estaba recibiendo.

-: Yo también quiero. - se quejó Harry haciendo un puchero. ______ agarro su manita y camino hacia donde decían era el campamento no sin antes preguntarle a Matías si iba a venir. El mayor fue en frente del trío y los guió hacia el campamento sin decir una palabra. Todo el trayecto, la peli(color) se la pasó hablando con el pelirrojo y el rubio, realmente se mostraban muy felices con ella, por lo cual, no podía explicar porque Matías era tan distante pero no lo forzó ya que no lo creía apropiado.

Después de un buen rato de caminar cargando a Ethan y agarrando de la mano de Harry se comenzaron a escuchar voces de quienes suponía ______ era de los "perdidos". Bajo al rubio y soltó a Harry.

-: Bueno, pequeños, me tengo que ir...

-: ¡No! - gritó Ethan con ojos llorosos.

-: No nos dejes. - suplicó Harry agarrando tu capa.

-: No me puedo quedar, Harry. Pero los vendré a ver mañana. ¿Qué les parece? - propuso la chica en contra de su propia lógica. Los dos se voltearon a ver y asintieron lentamente, dudando de su palabra. -: Los veré aquí a esta misma hora, lo prometo. - juro ella acariciando las mejillas de ambos antes de irse.

En el camino volteó hacia atrás varias veces, los niños eran su debilidad más grande y ella lo sabía. Pero tenía que resistirse a hacer una tontería, el hecho de haberles prometido verlos de nuevo era suficiente.