Halos Rotos

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Oh no... Quizá no hablé y estamos cayendo, dejé que todo nos conduciera a halos rotos, dejé que tú corazón corriera una milla extra, no sé por qué me costó tanto detenerte, por qué es tan fuerte decir una respuesta que pueda hacer que tú corazón se sienta bien o no, eres un ángel que llegó a mi vida para darme todo lo que yo decía que no existía, comenzamos tan bien... Vi tu rostro y tus manos se sentían bien, eras un sol en una noche de ciudad vacía, eras como el sonido en una habitación abandonada, existiendo para darme todo lo que mi corazón una vez creyó y se rindió a creer, escuché en un par de rincones que el verdadero amor puede recontruirte, que el amor puede devolverte todo lo que una vez existió dentro de ti, decían la verdad porque tú lo lograste en mi, lo hiciste en mi, vi tu silueta mostrarme la verdadera forma de la vida y escuché tu voz diciéndome los secretos necesarios para amar, tú eres todo para mí...

Tus ojos tenían ese brillo... Inolvidable, porque cada vez que te vi, sé que volvía a nacer en un nuevo amor, tu mirada, aún recuerdo tu mirada dirigida a mis labios, me confundí por mil segundos en uno, pero creí que no pasaba nada, te vi sonreír de esa forma cada vez que me veías pero creí que eso era normal, hasta que miraste a otro y no lo pude comparar, tu voz me hablaba como un sueño bueno del que no quería despertar y yo confiaba en ti, pero tú no le hablabas igual a nadie más y yo creí que era normal, tu alma estaba floreciendo para mí, solo en mi, tú estabas siempre por mi, después de todas esas salidas y tu calendario marcado con fechas que sigo recordando, tu significado no podría escribirse en cualquier papel, ni con cualquier lápiz, tú eres el alma más sagrada que mi vida cuidará, no se entienden muchas cosas, pero por ti mi vida y más, me ayudaste a querer cada una de mis cicatrices y la forma en que mis ojos veían la vida, tú me sanaste cuando ya no habían modos, justo cuando me rendí, tu aroma aún vuela por mi nariz acariciándome, cada noche contigo y cada canción que cantamos en honor a nuestros exs en un efecto momentáneo del alcohol no serían cosas fáciles de olvidar, los mil desórdenes que hacíamos para arreglar la casa y las películas malas que tan solo vimos para pasar el tiempo juntos, nunca serían cosas simples de tratar, vivíamos sin reglas y en el mundo se decía que éramos novios, pero la amistad era nuestro hogar, éramos felices así tal cual, me amaste tanto como yo a ti, me hiciste feliz tanto como yo a ti...

Oh no, creo que hubo un momento en que el amor comenzó a doler y no supe que hacer para ponernos encima de la aurora otra vez, tu voz parecía confundida en el último año que vivimos juntos, tú hablabas con palabras que no conocía, un sabor más dulce de lo habitual, te vi a los ojos y supe que seguías siendo tú, pero quizá con un poco más de amor, del normal, que me decías un te amo con los mismos labios con que me decías amigo, mi mente estaba adaptada a eso, a qué me amarías con todo tu ser y que mi ropa fuera tan tuya como mía sin jamás decirnos «amor», te amé como si el final del mundo estuviera tocando la puerta, pero un amor que se prometió nunca conocer tus labios y jamás tocar tu cuerpo más allá de lo que tus labios sutiles me afirmaban «Amigo», te acaricie como si fueras de mi propia sangre y como si tu voz hubiera crecido conmigo desde que nací, te tuve como mi trofeo, mi respiración y mi corazón, cuidándote del dolor, de toda mala intención, atesorando tu amor por todo lo que me dio y lo que me hizo aprender, pero tú amor... Estaba pidiéndote un poco más, tan solo un poco más, un más que te hacía soñar con mis labios y mi abrazo, un más que hiciera a mis labios decir que eras para mí y que me hicieran verte a los ojos con un te amo al que tú anhelo quiso agregarle un «mi amor», un más que te embriagó de la silueta de mi cuerpo junto a ti en mil noches rojas y con mi corazón en tu baúl del por siempre que siempre quisiste para ti.

Pero mi amor, no puedo, no sé amarte más de lo que puedo ahora, fue como decidir no pasar a un más allá nunca, no imaginé jamás que te enamorarías de mi, te veo como de mi sangre y no de la forma en que esperas que te vea corazón, no intentes besarme porque no podría, no podría más, esto está matandome, es duro para mí verte llorar, ver qué de lo que tanto te cuide ahora soy yo quien lo ocasiona, supongo que podremos superarlo juntos otra vez, como siempre, pero tú no, no te vayas, quédate, se el por siempre que juramos desde aquel primer momento, no llores ya mi corazón, no mires mis ojos como si fuera yo quien lastimó, perdón perdón, quizá no hable a tiempo para que tú amor no diera un pado más... Pero te necesito.

Manos AtadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora