Azulejo De Alas Cortas

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Ha pasado tiempo, ya sabemos cuál es nuestro sabor a las 12 am cuando nos deslizamos entre nosotros, sabemos nuestras promesas, cada lunar que adorna tu piel, me los sé de memoria, cada canción que adoras cantar, te he visto, cuando la ebriedad te domina, caminando a lentas entre las calles, tu olor, tu forma de ser, como aquella noche a la luz de la luna, hablando de nuestro amor, recordando todo el amor y el tiempo que tenemos, me besaste como si fuera la primera vez, fue como la primera vez, enloquecidos por los vientos de medio noche, deseando un poco más, haciendo que nuestros cuerpos trabajen, cerramos la puerta con el sudor bajando por nuestras gargantas, adornando el suelo con nuestras prendas de ropa, hiciste que mi alma se tornará roja, las calles están verdes cuando doblas tus manos para abrazarme, creo que te necesito, más, un poco más.

Estuve conversando con el del espejo, hablándole de tu amor y de todos esos meses, estaba desesperado, jugando sin paz, ahora solo tengo un trago bajando por mi garganta, esperándote, te sujeté cuando nadie lo había pensado, inofensivas las luces a las que fuimos juntos y luego a las que fuiste sin mi, lo pensé dos veces quedándome sin tiempo cuando ya habían contactos que no conocí en tu celular, tu jugabas al desierto, calentando mis días para hacerme vivir una noche fría y moribunda, pero te amaba, como la primera vez, ahora tú cuerpo no estaba trabajando, mil noches entre las calles para enterarme de cosas que jamás me atrevería a preguntarte, pero estaba en mi mente un azulejo de alas cortas tratando de volar y sin poder hacerlo, tu amor, mi amor, nuestro amor dejando un rastro bajo la tierra...

Pero caí, entre las llamadas y el anonimato de tu celular y mi corazón, abrí mi corazón y viste mi piel tatuada con tu alma, te dije “Estas aquí, perteneciendo a un alma que no te fallará, dime, estoy en el lugar donde no me fallarás ?”, besaste mis labios y me abrazarte sin decir nada más y aunque sabía tus secretos, estaba en casa, porque amo cuando rodeas mi cuerpo con tus brazos, sentir un sabor en mis labios, tu voz quebrando el dolor, hazme sentirme vivo está noche y miénteme de verdad, dime qué me amas más que aquellos de los que no me cuentas, di que me necesitas sobrio antes de que te tomes las botellas necesarias para hacerme escuchar la verdad, dime qué soy el único mientras tú teléfono suena cada noche y necesites salir del cuarto para hablar en silencio, cuéntame una historia más y recorre mi cuerpo pronunciando que nadie lo hace mejor que yo, escapa lejos de mi, vuelve a las luces de colores y pon nuevos sabores en tus labios, el tiempo es oro y yo estoy dejando que lo acabes, sin preguntas, sin comentarios, tan solo dejo que digas la verdad de la forma en que las mentiras se traicionan entre ellas mismas, de forma sincera, de todo lo que yo sé, ya no queda nada de ti.

Manos AtadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora