Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Número 2~]

—Ayuda con esta mujer...

No habían pasado más de una semana desde su mudanza y ya estaba estresado. 

Era sábado por la tarde y estaba sentado en el mueble color beige en la sala, mientras veía la ventana donde ondeaban las cortinas —color blanco— sucias y desgastadas, necesitaban una buena limpieza.

Apenas llegaron Mitsuba empezó a poner reglas en el piso como si no hubiera un mañana. Como la patrona del hogar. 

1: Nada de fiestas con amiguitos.

2: Ni se te ocurra pasar a mi habitación a menos que quieras un cachete rojo.

3: Tengo espacio personal, ¿Sabes?

Y la lista seguía y seguía. 

Si Kou tuviera que elegir entre soportar a Mitsuba o quitarse la vida, ya estaba pensando en la segunda opción.

Siempre fue un chico muy pacífico y nada problemático, pero este chico podía sacarlo de quicio con tan solo un par de palabras y cosas naturales de la actitud de Mitsuba. Le desagradaba por completo su forma de ser.

Recordaba esas veces que Mitsuba lo paraba por la mañana por estupideces, o que lo veía como un sirviente que le hiciera todo. Las quejas, las discusiones a gritos en la noche y las bromas pesadas que de vez en cuando le hacía. Todo un infierno, para el chico, que fue trasladado en un piso para dos.

—Ayúdame a limpiar, estúpido con patético arete de seguridad vial —mandó el peli-rosa mientras sostenía dos escobas y unos guantes.

Tenía un vestido color café más los guantes azules puestos y el cabello recogido. Tenía el ceño fruncido y no dejaba de ver seriamente al chico, al no obtener una respuesta, casqueó la lengua. 

—Si no me ayudas, te echo. —Señaló la puerta.

—Ya, ya voy.

Kou tomó la escoba, se levantó con fastidio y se puso a barrer. Al ser tan mimado, debido a que en casa siempre le limpiaban todo los empleados —a pesar de que él de vez en cuando los ayudaba—, no tenía mucha experiencia en muchas tareas domésticas que no fueran la cocina. Apenas y colaboraba con mantener su cuarto ordenado y sin ropa por todos lados. 

—No, no, no. Así no, ¿Que no te enseñaron algo tan básico? Ven aquí, estúpido arete —Mitsuba tomó la escoba para después empezar con su tutorial—. Así no se barre, debes tomar la escoba en esta posición y pasarla con cuidado —empezó a explicarle a Kou, mientras aspiraba a que entendiera su explicación, y le regreso la escoba.

—Vaya, no sabía que sabías limpiar.

—Es algo extremadamente básico, idiota —dijo orgulloso para después seguir barriendo—. Limpiaré la cocina, baño y mi habitación, tú limpiaras la sala, recibidor y tu habitación. Así que a trabajar, idiota. Te veo flojeando y pagarás.

Se retiró de la sala para ir a la cocina.

Cuando llegaron al piso esperaban que fuera algo lujoso como dónde solían vivir, algo con buena estética y todo ya limpio y modernizado; sin embargo, al llegar al piso se dieron cuenta de que era un piso común y corriente, algo polvoriento por la falta de limpieza y también las paredes estaban un poco desgastadas mientras que en el techo había telarañas. También que las paredes estaban pintadas de colores bastante apagados. 

Cuando desempacaron al momento del llegar al piso fue un proceso bastante rápido, pero al no tener muchos guardarropas y cajones para guardar tenían que improvisar. Apenas y habían muebles que eran pertenecientes del edificio.