Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Número 8~]

—... ¿Hola?

El peli-rosa estaba un poco nervioso, si es por Kou estaba mirándolo con seriedad no sabía si abrazarlo debido a la preocupación —lo más probable y recibe una buena patada y el peli-rosa lo viera como un degenerado— o simplemente preguntarle donde estaba y el porqué llegó a horas tan tardías. De verdad que se había asustado. 

—¿Minamoto-kun? ¿Estás bien? ¿Y por qué estas parado tan tarde? —Mitsuba se cruzó de brazos mientras miraba a Kou con seriedad, dejando el nerviosismo de lado.

—Te pregunto lo mismo, ¿Por qué llegas tan tarde?

—Ah, estaba ayudando a una amiga con algunas cosas y después nos distrajimos y digamos que perdí básicamente toda la tarde y el día en eso —dijo con la total tranquilidad del mundo. 

Sin embargo, Kou desconfiaba de las palabras del peli-rosa sin razón especifica. Le parecía raro llegar a horas tan altas por «algunas cosas», pero decidió permanecer simplemente callado ya que tampoco estuvo con Mitsuba como para comprobarlo. 

—¿Y tú? ¿Por qué parado a esta hora?

—Ah, bueno... Estaba viendo algunas películas y ordenando cosas viejas de mi cuarto. —Le sonrió.

Mitsuba vio a otro lado para dirigirse a la puerta de su habitación.

—Está bien.

—¿No cenarás?

—Ja, ya voy a buscar el platillo, espera me cambio y la recaliento. —Mitsuba entró a la habitación y obviamente se escucho claramente como paso cerrojo.

Kou se sentó en el sofá y le avisó a Amane que ya Mitsuba había llegado y no pasaba nada. Todo estaba normal. Amane le dijo que estaba bien y lo siguió fastidiando con que estaba preocupado, Kou solo rodó los ojos y su conversación con el azabache finalizó hasta recibir el mensaje de que debía irse a dormir. Kou se despidió del azabache y Mitsuba entró a la sala con su bata para dormir, le dijo a Kou que ya estaba alistado y fue a la cocina a recalentar la comida. Tocó los botones, marcó el tiempo para después ir a la sala y sentarse a lado de Kou.

—Por cierto, vi la sección de noticias...

Kou vio con la total cara aterrada a Mitsuba. Estaba estático, ¡estaba tan preocupado que se había olvidado por completo sobre el incidente de las redes sociales!

Vizualizó el semblante de Mitsuba, esa mirada tan seca... a cavar tu tumba, Minamoto Kou. Las manos le empezaron a sudar, pero también recibían el frío del ambiente, cosa que lo hacía sentir aún peor, sus manos temblaban y sonrió tontonamente mientras evitaba las ganas de salir corriendo de la sala hasta la habitación y encerrarse antes de que su prometida le corte la cabeza. Parecía incredulo. 

—M-Mitsuba... —dijo en un tono agudo y miraba a todos lados menos su cara—. T-Te juro que lo arreglare, lo p-promet-

Se detuvo de hablar cuando vio al peli-rosa empezar a reírse a carcajadas y empezar a decirle «idiota» o «que miedoso», cosas así. Kou encarnó una ceja y ahora estaba más bien confundido.

—¿No estás molesta, Mitsuba?

—¿Por qué lo estaría? Me han pasado cosas peores, estúpido arete de seguridad vial. —Comentó de manera relajada mientras soltaba algunas risas restantes que quedaron en su garganta, no podía superar el rostro del rubio—. Como cuando me tomaron fotos escapando por la ventana de mi casa y gracias a eso se filtro mi dirección. Cuando filtraron fotos de mí y mi ex pensado que habíamos vuelto mientras que en realidad era solo porque fue a mi casa porque es repartidor de pizzas y casi lo doxxearon. Cuando me atraparon comprándole las respuestas del examen de admisión de la universidad a un compañero. Tantas cosas. Esto es lo de menos. Lo que me dio fue risa tu cara de idiota. —Soltó una carcajada.