Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Capitulo 44~]

La mañana del 24 de diciembre llegó con una gran ola de frio. Ambos al soltar aire en suspiros veían aquellas nubes heladas que salían de sus labios. Esto de trotar en invierno, una navidad, no le gustaba al de orbes rosados, pero debía mantener la forma para el modelaje.

Igual estaba acompañado de su novio, no había tanto que perder.

Llegaron al piso y por fin sonrió al sentir la calefacción neutralizando su temperatura. Cada día venía mas helado que el otro y le disgustaba, nunca le gustó el invierno. No sabía si murió en una vida pasada un invierno o era por su pasado en general, pero ¿por qué Japón no podía volverse un país tropical por arte de magia para solucionar sus problemas?

—No sé como haces para soportar hacer ejercicio ¡todos los malditos días! —Se quitó sus guantes y abrigo para dejarlos a un lado, además de retirar los kairos de este mismo.

—Se le llama tener una vida más saludable, ¿no que tu preocupación era tener más musculo?

—Antes, dije antes, actualmente mi preocupación es bajar al menos dos kilos. —Terminó de acomodar su abrigo en un lado, se sentó en el sofá y se puso a husmear en su celular—. Recuerda que soy modelo «femenina» —hizo la seña de las comillas con los dedos—, tarado, debo mantenerme lo suficientemente delgado.

—Debes tener algo de masa muscular también. —Suspiró mientras se sobaba el puente de la nariz, dejo de lado lo que estaba haciendo y bajo la mirada mientras comenzaba a jugar con sus dedos—. Oye, cerca de aquí abra una feria navideña, habrán muchas cosas y atracciones... para parejas... y eso, y ¿quieres ir?

Mitsuba soltó una leve risita, dejó de ver su celular para verlo a él. Le parecía tierno verlo nervioso.

—Claro que sí, espérame busco un abrigo que abrigue más, el otro no me gusta. —Sonrió a su vez que fruncía el ceño y fue rápidamente al cuarto.

Kou rió y se fue a preparar un té para él y Mitsuba rápidamente. Su pareja salió con su abrigo rosa y una bufanda amarilla con detalles naranja y verde en las esquinas, sonrió al ver el té y tomaron rápidamente para salir del piso e ir a la estación del tren.

No pasaron muchos minutos antes de que empezarán a obtener miradas. Era un tanto incómodo el viaje, más para Mitsuba. Siempre los trenes estaban llenos hasta arriba y ese día no era la excepción. En su mayoría eran trabajadores, el resto eran parejas y, el otro pequeño porcentaje restante, madres, niños, estudiantes y ancianos. La maldición japonesa de que los trabajadores debían trabajar incluso en los días festivos.

Al llegar a su destino, fueron directamente hacia donde estaba la feria, cruzaron varias calles. Tenía las decoraciones navideñas más bonitas que habían visto, probablemente en la noche se verían más hermosas aun. Habían atracciones, puestos de comida, gente vendiendo cosas, juegos ¡y hasta lugares donde te «leían el futuro»!

—Espera un momento, —dijo Mitsuba antes de ponerle unos lentes a Kou, acomodarle más su gorro y colocarle un tapabocas— tenemos que tratar de no llamar mucho la atención, sería incomodo, ya tuvimos suficiente en el tren. —Vio de reojo a unas cuantas personas que los estaban mirando demasiado.

Kou rió ante esto, le ponía feliz que Mitsuba fuera tan preocupado por ambos.

Mitsuba se colocó sus cosas y fue junto a Kou a pasar el lindo día en la feria. Miraban a los alrededores, había tanto para hacer y comprar. Tuvieron sus manos unidas en todo el transcurso hasta llegar al fondo del todo, que era donde se encontraban los juegos mecánicos.

Decidieron subirse a varias atracciones antes de comer, no querían terminar vomitando, aunque habían filas demasiado largas, la única que estaba libre era la rueda de la fortuna, por obviedad de que la gente amaba esa atracción era en la noche. Fueron a la que tenía la fila más corta, la de los carritos chocones, pero habían puros niños. Una gota cayó en sus sienes, se sentían demasiado viejos para unos simples juegos, o eso creían hasta que vieron a dos figuras familiares en uno de los carritos.