Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Número 42~]

Sentían como su pulso estaba acelerado. Se veían fijamente a los ojos, sus manos tomando la otra, sus frentes una con la otra y sus respiraciones aceleradas. Aquel extraño pero hermoso sentimiento que tenía al haber pronunciado el nombre del otro. Después de aquella espera, desesperación al sentir la necesidad de pronunciar aquellas sílabas que no fueran provenientes del apellido. El poder poseer aquel derecho. Aquel trato que se planteó con una intención termino con el contrario a aquellos planes. El solo haber pronunciado aquel «te amo» junto con el nombre del otro los tenía sin habla.

Mitsuba sobó la mejilla de Kou. Aquel tacto frío y la caricia por el pulgar del peli-rosa le dio un escalofrío interno. Vio como el más bajo se acercaba para fusionar sus labios una vez más. Sintieron nuevamente aquella sensación recorrer sus belfos al unirse con los ajenos y aquel calor que llegaba a sus mejillas. Se sentía como un adolescente nuevamente, como si recuperará el primer beso que había perdido por juegos de botella absurdos e infantiles, y al ser con aquel chico rubio que tanto amaba, podría perderse entre sus labios la eternidad si tan solo pudiese hacerlo.

Se separaron y se vieron a los ojos, jadeaban por la falta de aire, había sido un beso más largo que el anterior, pero igual de perfecto. No había que ser un maestro para poder otorgar un excelente beso a su amado, solo con aquello que sentía profundamente y su sencillez era más que suficiente. Como un beso inocente entre dos adolescentes que van tras el amor en el cual casi no se quería creer.

—Minamoto-kun —susurró el peli-rosa, sacudió su cabeza suavemente—. No, Kou. —Se corrigió y siguió viendo a aquellos ojos azules, vio que tenía toda la atención del chico—. Y-Yo también... Siento cosas muy fuertes por ti, Kou. —Sonrió junto a aquellos grandes y brillantes orbes rosas, acomodó uno de sus mechones de pelo y jamás dejo de hablar como chico—. Amo a Minamoto Kou. El sujeto con patético arete de seguridad vial. —Escuchó al chico reír y correspondió riendo también—. El único que me hace sentir cómodo, ser feliz y me enseñó a amarme como chico estos meses dándome libertad. El chico con el que podría durar noches haciendo cosas absurdas y días muriendo por el cansancio. Eres el chico que hace que mi corazón grité lo que siente, Kou.

—Y tú haces el mío grité mi amor por ti internamente cada día, Sousuke ―sonrió con aquellos ojos brillantes y sintiendo en sus glándulas lagrimales como se acumulaba aquel liquido salino que deseaba salir―. Y eres un tramposo, ―rió― preferiste que yo dijera lo que sentía primero... ―escuchó al más bajo reir.

—No sabía que decirte al respecto, quería decirte que te amo, pero las palabras no salían.

—¿Como un nudo en la garganta?

—Algo así. —Soltó una leve risa y sintió la fría mano del chico acariciar su mejilla, colocó su mano encima de la suya.

Levantó la mirada y se encontró con los ojos del Minamoto igual de brillantes que los suyos gracias a la luz lunar. Su mirada reflejaba una inmensa calidez y sentimientos mutuos, deseaban estar así para siempre, vivirían felices estando el uno para el otro en todo momento y eso bastaba.

Kou se acercó lentamente y dio un suave y dulce beso en la frente de su amado, sonrió y lo vio a los ojos nuevamente para poder soltar algunas palabras.

—Quiero ser algo más que tu amigo, Mitsuba Sousuke. Yo quiero ser tu amante, tu compañero, tu aficionado, tu animador. Yo quiero estar contigo, sea de la forma que sea; amigos, pareja, esposos ―iba a continuar pero fue interrumpido.

―Por más idiota que seas deseo tenerte a mi lado y eso es suficiente, lo sabes ¿verdad? Eres demasiado importante para mí y mi modelo favorito al que en un año más podré llamar mi marido. Me siento cursi...