Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Número 26~]

No podía imaginar lo enamorada que estaba de ese príncipe enmascarado. Mei estaba fascinada con Tsukasa y es que simplemente le parecía asombroso. Sin embargo, quería saber cómo era su rostro y poder saber quién estaba detrás de aquellas hermosas palabras y quien le estaba abrazando de una manera tan cálida que el frio se esfumó de su cuerpo. Sintió como el chico le acariciaba el hombro con una de sus manos y sus mejillas ardían suavemente, se separaron del abrazo y el chico le miro.

—Sabes, quiero saber quién eres, quiero ver tu rostro —dijo mientras colocaba la mano en la mejilla del disfraz, Mei le miro.

—Y yo quiero saber quién eres y de igual manera ver tu rostro —sonrió a pesar de no poder demostrar la sonrisa debido a la máscara. Se sentía como en una novela romántica, estaba fascinada.

Estuvieron a punto de quitarse las mascaras, pero en ese preciso momento empezó a vibrar el teléfono de Mei que —por suerte— estaba dentro de una bolsa lo cual lo protegió de ser mojado, Mei miró el nombre de contacto y estaba muy confusa.

—Esto, ¿Te importaría? Debo contestar.

—Sí, no te preocupes. Con que esto me recuerda a las películas cuando dos personas van a revelarse y derrepente interrumpen, jeje.

—También me siento así jajaja. Bien, espera —contestó la llamada y a pesar de que no se escuchaba bien por el disfraz aprovecho.—¿Aló? ¿Señora Minamoto?

—¿Aló? ¿Shijima-san? ¡Necesito tu ayuda! Necesito que me pases a Mitsuba-san ya, algo paso y es una urgencia, por favor. No contesta ninguna de mis llamadas así que, por favor, ayúdame a comunicarme con ella —dijo a través del altavoz con tono angustiado y eso le dio preocupación a Mei.—Espere un momento —apagó el micrófono del celular y vio al chico.—Esto, tengo que pasarle a una amiga la llamada, ¿puedo?

—No es necesario que me preguntes, eres libre de hacer lo que quieras —el chico emitió una risa gentil detrás de su traje.—Te esperare —Mei no pudo evitar sonreír como una boba.

Mei se levantó y se puso a buscar a Mitsuba y por suerte estaba bailando con el Minamoto de en medio en la pista de baile. No pudo evitar empezar a shippearlos y darles afecto a lo lejos, pero tristemente debía interrumpir porque era una urgencia.

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—Mitsuba, ¿Cómo haremos para llegar? Llegar al hospital a pie es muy difícil por lo lejos que esta. Además, tengo frio. Y si tienes que llegar con urgencia mas se necesita un medio de transporte. A bicicleta si es necesario.

—No lo sé —se terminó de secar las lagrimas mientras que el rubio se acercó con preocupación. Debía corroborar que estaba pasando.

—Mitsuba, ¿Qué paso? ¿Paso algo grave? —cuestionó con cierto tono.

—A mi madre le paso algo y debo ir rápidamente al hospital, no puedo quedarme aquí.

—¡¿Qué?! ¿Qué le paso?

—No lo sé, pero necesitamos un medio de transporte para ir ahora mismo.

—Le pediré a Amane su camioneta. Te voy a acompañar.

—No, no lo hagas.

—¿Por qué? ¿Qué es más importante que acompañarte con lo de tu madre?

—Quiero que te quedes aquí. Mei me acompañará. Prefiero que te quedes y no le arruines el cumpleaños a tu mejor amigo, quédate por él y acompáñalo, yo iré al asunto de mi madre. Además, me ayudarías mucho pidiéndole la camioneta a Amane ya que él confía más en ti que en mí. Ademas, no creo que sea nada grave... capaz y tus padres dramatizaron todo... creo...