Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Número 5~]

La Sra. Mitsuba estaba en el jardín de la hermosa casa Minamoto, viendo las hermosas flores de colores y los pajaritos cantar y volar de un árbol a otro. Le gustaba mucho como era ese jardín ya que le recordaba a su pequeño jardín en su anterior casa antes de mudarse, que a pesar de no ser tan enorme como la mansión Minamoto, era una casa decente, sobretodo para lo que lograban ganar ella y su hijo con el modelaje. Vio una orquídea de color rosa con amarillo le recordó a su hijito, la olfateó y tomó la maceta para visualizarla mejor. Sonrió y pensó en como el amarillo tenía algunos tonos azulejos, cosa que hizo que Kou llegara a su mente repentinamente.

—¿Le gusta? Es de mis favoritas.

Se volteó rápido y vio a la Sra. Minamoto, quien le sonrió tiernamente con aquella aura tan luminosa que poseía y y su sonrisa era totalmente hermosa, le recordaba a Sousuke.

—Si gusta puede quedársela.

—¿En serio puedo...?

—Sí.

La señora sonrió y agradeció con aprecio la hermosa flor. La peli-negra tomó la regadera para flores y se puso a regar las que eran mayormente rosas y cualquier otro tipo de flores. Tenía su gorro de paja con un listón azul decorativo. Además de una ropa de jardinería que le hacía parecer jardinera de la casa, complementado con unos guantes de plastico amarillos. 

—Su hija y mi hijo forman una linda pareja —dijo de repente la mujer quien paro de regar las flores para ver a la futura suegra de su hijo. 

La miraba de manera sospechosa e interrogativa y la Sra. Mitsuba se percató de la extraña mirada de la mujer con mucha facilidad, por lo que se puso un poco nerviosa, pero hizo todo lo posible por parecer natural ante esa mirada solo porque la sonrisa de la peli-negra no se eliminaba de su rostro. Así que la vio suspirar y fijar su vista en las plantas nuevamente. 

—Me alegra que se case con ella, ¡Mis futuros nietos serán una belleza!

La señora Mitsuba sonrió inocente, con que sabía la verdad y no podía decirla. Había prometido a su hijo que esperaría a cuando él ganará confianza con Kou y decidiera a revelar su identidad, y que él le contaría a su suegra personalmente. Así que la Sra. Mitsuba hizo lo posible para no romper las ilusiones de la mujer. Por lo que sonrió de manera natural y entrecerro sus ojos un poco debido a la acción.

—Lo más seguro, serían unos encantos.

—A esperar a su casamiento en dos años. Espero y se lleven de maravilla ahora que viven juntos. —Echó más agua a las flores faltantes mientras no paraba de sonreír de manera brillante.

—También deseo eso —dio una pausa y se levantó y dio la vuelta en vista hacía la mujer—. Si me disculpa, me retiro. —Hizo reverencia a la peli-negra para darse la vuelta y tomar camino hacia la mansión sin nada más que decir.

La señora Minamoto vio a la mujer irse en su trayectoria, por lo que dirigió su vista hacía las plantas nuevamente. Soltó una sonrisa repentina y liberó sus pensamientos para fijarse en su pasatiempo que la relajaba. 

Fuera de todo le parecía una mujer agradable y parecía que encontró a una nueva amiga. 

*

Mientras que un rubio estaba de mal humor por una pequeña broma provocada por un peli-rosa, un azabache estaba muerto de la risa —casi sin aire— recostado en la banca y la peli-crema estaba un poco apenada.

—Ya no te rías, Amane, no es gracioso.

—Es que... Ay... —Se secó las lágrimas de la risa e hizo lo posible para calmar sus ganas de reírse a la fuerza.