Alzó la mirada lentamente y vio aquellos cabellos limón bien arreglados, la fina mano de piel nivea y la que estaba ocupada respaldaba libros abrazándolos contra su pecho. A parte del semblante serio que estaba dibujado en el rostro de la mujer y el aura de tranquilidad que emanaba. Tenía un maquillaje sencillo que hacía resaltar sus facciones de manera perfeta, pestañas largas, labios rosados, toques de rubor en las mejillas y aquellos ojos verdes grandes. Tenía un atuendo bastante elegante, se veía que tenía buen gusto y sabía combinar los colores para que quedaran acorde a ella. Con un traje negro de tela de seda que le cubría hasta los hombros, un collar que parecía bastante costoso con un rubí y la falda de tubo que le llegaba hasta las rodillas.
Mitsuba la vio y tomó la mano algo extrañada para ayudarse a levantar con cuidado.
—¿Estás bien? —cuestionó «la extraña».
—Sí, discúlpeme la torpeza, lo siento. —Hizo reverencia de disculpa.
La chica soltó una leve sonrisa para palmearle el hombro derecho diciendo que no pasaba nada de manera pacífica.
—¡Señorita, le falta arreglar y firmar algunos libros aquí! —comento un castaño desde la entrada de una librería que quedaba a unos cuatro metros de donde estaban.
La chica de cabellos de color limón se despidió junto a una reverencía para después ir directamente a la librería donde la estaban llamando, dejando a Mitsuba junto a las chicas en aquel lugar.
—¿Quién era? —cuestionó la peli-crema.
—No lo sé, pero me parece que la he visto en algún lado, con que, sin embargo, no recuerdo en donde... —Dijo viendo a la dirección a donde se fue la peli-limón.
—Bueno, no importa el caso de la rara chica, ¿Vamos a casa? Estoy agotada de tanto caminar de un lado para otro. De camino tomamos un batido, ¿Sí? —Mei suspiró estirándose.
Mitsuba y Nene la miraron y aceptaron su propuesta. Es cierto, estaban agotados.
Salieron del centro comercial y caminaron gran parte del camino hasta llegar a un sitio donde vendieran buenos batidos, junto con algún bocadillo adicional. Compraron sus batidos, cada una con uno de su sabor favorito, junto a unas papitas. Mientras comían y bebían, hablaban de sus temas.
Se separaron en la estación de trenes y esperaron a que llegara para poder ir tomando camino a casa. Claro, Mitsuba no se sentía muy seguro de la idea, pero debía mantener la guardia alta. Primero Nene, luego Mei y por ultimo Mitsuba el cual vivía un poco más lejos del centro comercial, pero más cerca de la facultad.
El viaje era un poco incomodo debido a que había bastante gente viéndolo mientras que a la vez sentía y se escuchaban los «Click» de algunas fotos, no sabía si lo habían descubierto con sus implementos puestos, pero le frustraba bastante a pesar de estar acostumbrado. No lo consideraría algo agradable. La vida de los famosos, no pueden vivir en paz sin que les tomen fotos o los atormenten.
Salió rápidamente del tren al sentir que ya habían llegado los típicos acosadores de trenes que intentan manosear mientras las personas están despistadas. Ya basta de un viaje tan incomodo, y el tren quedaba a dos cuadras de su casa, ¿Camina o toma un taxi?
Es cierto que estaba muy oscuro y le salía pedir un taxi.
Marcó un número en su teléfono alguno de los servicios de taxi más cercanos, claro, no sin antes revisar si le quedaba algo de presupuesto para pagarlo y esperó a que llegara el taxi. El auto amarillo con etiquetas se estacionó en frente de él.
*
—¡Ya llegué! —Dijo al llegar al piso.
Se quitó los zapatos y se recostó en el sofá mientras veía el techo. Se podía olfatear el delicioso aroma a lasaña recién preparada.
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Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]
FanficAU. Mitsuba Sousuke finge ser una mujer y es una conocida modelo. Mientras que Minamoto Kou es hijo de una familia de famosos pasteleros con empresas de pastelería. Estos dos serán comprometidos por el sistema de matrimonios arreglados de Japón y M...