Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Capitulo 50~] (Primera parte)

ANTES DE LEER

Este capitulo quedó demasiado largo (un total de 12.850 palabras, exactamente) por lo que tuve que partir lo en dos partes para que no fuera tedioso de leer, la segunda parte la voy a publicar mañana. También, subo el capítulo ahorita porque tengo examen de lapso a la hora establecida, espero disfruten la primera parte de este capitulo :3

—×—

—¿Otra vez vestido de mujer, Mitsuba? —cuestionó la castaña mientras sostenía un balón y se lo pasaba al pelirrosa.

Ambos adolescentes de trece años estaban en la cancha vacía del sector, cerca de la casa de Mei. Era de mañana, mucho antes de las clases. El lugar estaba solo, el sol apenas y se asomaba brindándoles a ambos algo de luz, el lugar estaba pintado de un extraño verde desgastado por las lluvias frecuentes de la zona, pero los aros todavía tenían sus mayas.

Ambos cargaban el uniforme de la escuela, la falda azul que les llegaba hasta las rodillas, la camisa con un estilo marinero y los zapatos negros. El pelirrosa tenía el cabello atado y hasta los hombros, mientras que Mei tenía dos coletitas, sus lentes y complementaba el uniforme con un moño azul.

—¡¿Crees que a mí me gusta venir así?! Ya todos en la escuela no saben si quiera que mierda soy. —Le pasó el balón de regreso a Mei quien empezó a botearlo—. Quiero que me cambien de nuevo.

—Claro, hay días que vienes de una cosa y luego de otra. —Lo lanzo a la cesta y falló, se encogió de hombros—. Se burlarían más de ti si les dijeras que es tu papá quien te obliga.

—Me ven como un fenómeno, Mei. —Tomó el balón y lo empezó a botear—. Nadie me quiere hablar, ¿por qué nos tocó diferente salón?

—Sabes que aún estoy tratando de cambiarme, Mitsuba, ten paciencia.

—Hay pervertidos, Mei, ¡pervertidos! —Lanzó el balón y falló también.

—No les prestes atención, y el que te dirija la palabra saldrá sin bolas. —Tomó el balón—. No por nada tengo unas tijeras en el bolso. —Al lanzarlo logró encestar—. ¡Ja, anotación!

Mitsuba rodó los ojos y luego vio su celular, iban tarde a clases. Le avisó a Mei rápidamente y ambos tomaron sus bolsos y empezaron a correr directo a su escuela. Iban con tiempo, pero el bus no los esperaría.

*

—Han mejorado un poco más ambos, los he visto, obviamente esto no es un proceso rápido, pero los avances son cómo los pasos de un bebé —dijo la terapeuta mientras terminaba de anotar algo en su libreta y vio a la pareja—. ¿Cómo te sientes, Mitsuba?

Había estado mejor esos días, asistieron a varias terapias por el momento, todavía el acoso y las burlas no se detenían. Eran conscientes de que era algo que las personas no olvidarian de la noche a la mañana, con las terapias se ayudaban, y hasta la familia Minamoto les tendió la mano para quedarse en la mansión hasta que las aguas se calmaran y no arriesgar a que su hogar sea expuesto. Mitsuba todavía no tenía ganas de comer por la ansiedad, sentía muchas náuseas con solo ver el plato, pero lo hacía mejor que hace días anteriores. Igual que sus hábitos de sueño, los estaba tratando de recuperar nuevamente.

—Recuerden venir a su cita del siguiente día, nos vemos pronto, chicos —finalizó la mujer, después cerró su libreta y vio a ambos salir del lugar.

Ambos caminaron hasta afuera del edificio, Kou no soltó la mano de Mitsuba en todo momento, más cuando sentían miradas por todas partes, aún con sus tapabocas y gorros. Escuchaban los leves murmuros, aunque todos parecían no prestar atención.