[Número 18~]

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Después de ese día en el orfanato Mitsuba ha estado tenso. Estaban en el piso y el rubio estaba viendo su celular mientras que Mitsuba cambiaba los canales con fastidio. Kou estaba preocupado por el peli-rosa y es que el pobrecillo se le nota que no ha dormido tan bien y se siente nervioso, como si algo llegase a pasar o como si... tuviera miedo. Además, a Kou le gustaba ver la radiante sonrisa de Mitsuba reflejada en él y verlo así no es algo que le guste mucho, mas entre amigos. El peli-rosa se paró, con enorme fastidio, y se fue a la cocina, regresó con dos botellas grandes de agua, una cuerda, un plato limpio y crema batida.

—Hey, Minamoto-kun —llamó el peli-rosa mientras le sacudía un poco el hombro al rubio. Este le vio.—¿Quieres hacer un experimento? Estoy aburrida —recostó su cabeza en el hombro del chico, cosa que lo tensionó y lo puso raramente nervioso, y este le giró a ver.

—¿Qué clase de experimento? —cuestionó mirándole al chico de orbes rosados.

—Ya verás —soltó una risita mientras se paraba en frente del chico. Le tendió la mano para ayudarlo a levantarse mientras lo colocaba en un lugar de la sala y le pidió estarse quieto.

Tomó la crema batida y la echó en el plato vacio, tomó la cuerda y la amarró lo mejor que pido cada lado al pico de la botella y se dirigió hacia el chico con esas dos botellas atadas a cada lado de la cuerda.

—Sostén esto —dijo dándole la cuerda con las dos botellas al rubio.—Espera, así no, pon las manos como si te fuese a dar algo pero juntitas —El chico le hizo caso y efectuó la acción.—Bien, espera.

Fue a buscar el plato con crema batida y, con cuidado, se lo puso en las manos. Le dijo que esperara un momento antes de hacer el experimento y se fue un momento a su cuarto, trajo su celular y un trípode para colocar su celular y activar la grabadora.

Apretó sus labios y sacó de sus bolsillos una tijera y como la cuerda era fina y fácil de romper, cortó la cuerda haciendo que el pobre chico se diera un auto-pastelazo en la cara debido a la aligeración de las manos después de quedarse sin peso por las botellas. Mitsuba estaba muerto de la risa —tanto que debía evitar orinarse— y estaba casi en el suelo mientras que el rubio lo veía con una cara de seriedad pero de alivio al ver al chico reírse. Tomó un poco de crema de su cara y se la echó al peli-rosa como venganza, este se quejó entre risas y le echó de esa crema también. Estaba casi sin aire después de aquella bromilla que le hizo a su amigo.

—Ay, jaja... Me duele la panza de tanto reírme —sentó en el sofá mientras intentaba tomar algo de aire.

—¿Por qué debo ser la victima tuya siempre? —cuestionó mientras se limpiaba la cara.

—Los amigos se hacen bromas~, Minamoto-kun. Además, no hay mas nadie aquí al que le deba hacer bromas, también que tú caes muy fácil —soltó una carcajada y el rubio hizo un puchero, pero Mitsuba le contagió la risa y no pudo soportar las ganas de reír junto a él.

Terminaron de reír y luego se miraron. Mitsuba sonrió y sacó su celular para ponerse a escribir. Kou no sabía porque, pero su corazón cada vez que Mitsuba le dedicaba una tierna sonrisa o una mirada se aceleraba tanto que ni el propio correcaminos podría ir a esa velocidad; no podía evitarse sentirse extraño, no podía evitar que las manos le sudaran o sentirse un tanto nervioso. Con que ahora tenía una duda y quería confirmarla, quería saber algo y ver si Mitsuba podía abrirse con él y contarle.

—Mitsuba —el chico le miró y susurró un «¿Sí?» al rubio.—¿Has dormido bien? Es que... me preocupas, ¿Sabes? —Mitsuba suspiró y lo miró.

—No, no he dormido bien... —se recostó en el hombro del chico, este se puso nervioso pero intento acallar esos nervios para poder estar al pendiente con las palabras del chico.—Estoy preocupada. Tengo miedo de perder el certamen y fallarle a esas criaturitas... no quiero y no puedo perder, los nervios me atacan y hay veces que de tanto pensar no puedo dormir bien...

Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora