[Número 15~]

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—E-Esto... ¿Puedes soltarme, Minamoto-kun?

Estaban en el piso y era un sábado por la noche. Kou estaba abrazando a Mitsuba mientras decía palabras melosas y cariñosas, junto con mimos como si fuera un perrito. Parecía Nene en ciclo de ser mujer cursi, claro, solo que en Kou. El rubio le sobó la cabecita y le dio un beso, claro, término en el suelo después de un buen golpe por parte de Mitsuba. El peli-rosa lo miró con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados.

—¡¿Se puede saber qué te pasa hoy?! Llegó a casa y me recibes hablándome como si fuese tu perro, ¿Qué te traes? ¿Acaso soy tan linda que te provoca tratarme como un perro porque quieres agarrarme con la guardia baja para jugar con mi ser?

Kou suspiró y miró a otro lado un poco apenado. Mitsuba le dijo «¡respóndeme!» para que se explicase.

—Seré franco contigo, Mitsuba —el susodicho lo miró atento.—Quiero saber si eres una chica que adora que la traten con cursilería.

Mitsuba lo miró y luego empezó a reír como loco. Kou ahora lo miraba con confusión, el peli-rosa le dio un coquito.

—Eso es prácticamente tonto, Minamoto-kun. Con que para serte sincera, no, detesto que me traten así. Soy una chica que adora que la traten como una persona normal y no como un perrito —rodeó los ojos y se sentó en el sofá.—Tu amigo quiso que hicieras eso para ver qué tipo de mujer soy, ¿Eh?

—Meh, lo hice por cuenta propia porque eres una chica muy reservada y cerrada.

—Tengo privacidad, tonto. No me voy a ir a tu cuarto a ponerme en cuatro patas para que me hagas tus asquerosidades. No, no y no —dijo de forma burlona mientras que Kou quedó debido a que ni entendía eso de lo de las cuatro patas. «¿Habla de volverse un perro o qué?» pensó.—Ahora si me disculpas, me voy a mi habitación. Hay que dormir ya que mañana es la cena con tu hermano y con su esposa —se levantó del sofá y dio la vuelta.

—Está bien. Con que, ¿Tienes que ponerte?

—Tristemente, no —dijo limpiándose una lágrima falsa mientras ponía carita triste.

—Mañana vamos al centro comercial y te compro un vestido o algo que quieras, ¿Gustas? —Mitsuba lo miró. Se colocó las manos en el pecho uniéndolas, y soltó una sonrisa.

—¿Enserio harías eso, Minamoto-kun? —dijo en un extraño tono dulce. Salía un aura con flores y brillitos, al rubio se le aceleró el corazón.

—C-Claro, Mitsuba. Todo lo que necesites te lo compro —soltó inconscientemente.

Mitsuba tenía los cuernos y la cola por detrás de forma invisible para el rubio. Se le cruzaron varias ideas por la cabeza.

—Que amable eres~ —le tomó una de las manos con una de las suyas mientras seguía sonriendo, al rubio el corazón le empezó a latir a mil por hora.—Serias mi Suggar Daddy, pero como no eres un ancianito y no pides nada a cambio, mejor para mí, con que como eres unos meses mayor que yo, me parece estupenda idea, ¿no crees~? —su tono seductor dejo al pobre Kou caído.

—Mañana elijes lo que quieras, todo lo que quieras, pago todo, solo por mañana debido a que cobre fue hoy —dijo atontado, no sabía que le pasaba.

—Como gustes —Mitsuba se fue del lugar con una sonrisa inocente y al llegar a su cuarto tenía una sonrisa malvada dibujada, pero a la vez llena de risa por dejar tonto al pobre Kou con su seducción indirecta. Sacó el teléfono y le marcó a Mei.—¿Aló, Mei? Te cuento, ya tengo quien me haga las compras.

Kou estaba en su cuarto pensando que había dicho, ya que estaba tan atontado que ni se acordaba de sus palabras. Llamó a Amane por teléfono para hablar un rato de sus temas.

Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora