Gánate El Derecho De Llamarme Por Mi Nombre [MitsuKou] [JSHK]

[Capitulo 45~]

Pasaron dos meses, fueron largos y cansados para nuestros dos protagonistas. Su mayoría del tiempo trabajando, más que todo Mitsuba en los certámenes de belleza, tuvo que viajar mucho, mientras tanto, Kou tuvo exámenes finales esos meses y más el trabajo fue bastante difícil. Sin embargo, los logro pasar todos con mucho esfuerzo.

En ese momento, estaba ahí parado junto a un montón de gente esperando a que el avión de su novio llegara. Ya era su último viaje y por fin lo vería después de dos semanas.

Después de tanto esperar, ya el avión había aterrizado y pudo ver a su pelirrosa bajar. Corrió rápidamente entre la multitud para poder llegar más cerca.

Mitsuba, al ver que ya habían aterrizado, se levantó y corrió rápidamente hacia la  salida del avión. Trató de buscar a Kou con la mirada en cuanto le dieron sus maletas. Lo había extrañado tanto. Entre tantos viajes lo había visto entre semanas y muy pocos días. Estaba tranquilo de que ya su itinerario estaba mejor y no viajaría tanto.

El Minamoto buscaba con la mirada a su pareja, entre tanta gente que bajaba del avión, apenas notó la cabellera rosa corrió rápidamente y en cuanto pudo verlo mejor lo abrazó.

Mitsuba se desconcertó porque ni se dió cuenta de en qué momento había llegado, pero correspondió el abrazo y dejo caer sus maletas en cuanto estuvo en brazos de su chico. Sonrió y sintió un beso en la frente, este siguió acurrucado en los brazos de su amado hasta poder separarse mejor y verlo a los ojos. Cómo había extrañado aquella mirada tan dulce. Puso una mano en su mejilla y le dió un leve beso y volvió a abrazarlo rápidamente.

—Te extrañe tanto —dijo y volvió a mirar al chico más alto.

—Ni que lo digas, yo también te extrañe demasiado. —Sonrió y se separó del abrazo para tomar las maletas de Mitsuba, le hizo seña para empezar a salir del lugar, probablemente el taxi ya vendría.

—Dos semanas parecen eternas, hubieras visto Islandia, es súper helado.

—Ya he ido para allá, y si que lo es, sobretodo ahora en invierno, se pone mucho peor.

—Odio tu maldita familia ricachona que ya ha viajado a todos lados. —Le sacó la lengua y luego prosiguió—. Lo bueno es que ya falta poco para que termine el invierno, adiós sucia y asquerosa nieve.

—También significa que falta poco para el cumpleaños de alguien —dijo con una sonrisa mientras veía al pelirrosa con el suéter que le había dado.

Desde que se lo dió en navidad, en todos sus viajes se lo ha llevado, lo ha tenido todos los días y en la noche, antes de dormir, lo lava para usarlo al día siguiente.

—Obviamente espero que me lo célebres como me lo merezco —dijo a broma junto a su ceño fruncido y vio el taxi ya parado en la salida del lugar.

El taxista les dejo colocar las maletas en el maletero y ambos se subieron en los asientos de atrás.

—Fue un viaje muy largo, deberías descansar.

—Lo haré, lo haré, pero tengo hambre, déjame comer primero.

Ambos se limitaban mucho al hablar, después de todo, el taxista no era alguien muy cercano. Sería incomodo hablar de lo que quisieran, por lo tanto gran parte del viaje fue en silencio.

Al llegar, ambos subieron las maletas con cuidado y Mitsuba se recostó tranquilamente en el sofá. Estaba bastante cansado, pero su hambre le ganaba. Se levantó y en cuanto fue a la cocina vio que había pudin de fresa.

—Lo tenias preparado todo, ¿eh? —Rió mientras veía a Kou de reojo.

—Acepta que pense en ti antes de irte a buscar. —Rió también y vio a Mitsuba comer, apretó los labios un momento y luego soltó un suspiro—. Esto, Mitsuba, digo, Sousuke, digo, ay... —Se sobó la sien y escucho una risa por parte del pelirrosa.