𝟏𝟎𝟎 𝐑𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 (𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐱 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭)

062

Davy, Dora y América me miraban impresionados mientras yo hacía mis invencibles y perfectos trucos de magia.

Los primos de Anne se habían venido a vivir con ella, Matthew y Marilla mientras que su mamá se recuperaba de una enfermedad grave.

—¿Cómo hiciste eso, Gilbert? —preguntó Davy—, quiero saber. ¿Y por qué no nos dimos cuenta de qué pasó? Quiero saber, Gilbert.

Había descubierto que estar con niños me alegraba bastante más el alma y por un momento podía dejar de pensar en papá y en toda la tristeza que me rodeaba.

—Tú siempre quieres saber todo —replicó Mer en dirección al rubio.

—No es mi culpa que tú quieras ser una ignorante.

Y así se ponen a discutir se forma demasiado rara para tener nueve y diez años respectivamente. A su edad yo golpeaba y ellos hablan casi con diplomacia. Estos niños de ahora...

Dora era la única que se mantenía quieta y tranquila.

—¿Puedes... puedes hacer eso otra vez? —preguntó, tímida.

Sonreí y acerqué mi mano a su oreja, para luego quitarla con una moneda en ella.

Ella sonrió y luego miró a su hermano y a mi hermana. Ambos los mirábamos.

—Creo que a Davy le gusta Mer —dijo ella, asintiendo—. Es gracioso.

—¿Por qué?

—Porque se había enfadado con Anne por estar contigo y ahora le gusta tu hermanita, Gil —susurró con su voz dulce de niña—. Pero no le digas que te dije, o le cortará la cabeza a mi muñeca.

—Claro, es un secreto —susurré, extendiendo mi meñique. Dora también extendió su meñique y luego procedimos a hacer el Pinky Promise.

Mi celular sonó por un mensaje, así que lo revisé mientras Dora iba a jugar con América que había decido ignorar al rubio.

Anne: ¿Cómo están? ¿Los mellizos se han portado bien? Nosotras ya vamos en el auto.

Ella y Karina habían ido a comprar cosas para cocinar y me habían dejado de niñero.

Yo: Ya sabes, las peleas de siempre, pero todo bien. Te extraño :(

Anne: Ya estamos por llegar <3

Yo: Por cierto, la razón 62, eres la única por la que me convertiría en niñero, lo digo en serio, Shirley.

Anne: Tremenda suerte que tengo, Blythe ;)