𝟏𝟎𝟎 𝐑𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 (𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐱 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭)

009

—Profesora, ¿puedo decir algo? —pregunté con una sonrisa inocente.

La señorita Stacy me miró raro y luego asintió. Sé que en su mente debe de estar preguntándose: ¿qué va a hacer ahora?

—Yo, Gilbert Blythe —comencé, levantándome y mirando a Anne, que se encogió en su asiento—. Soy amigo de Anne Shirley y el que se atreva a molestarla —hice sonar mis nudillos con la misma sonrisa inocente—, se las verá conmigo. Y sí, Billy, te hablo a ti.

—No me digas, ¿estás enamorado de la huérfana nerd? —dijo Billy, sonriendo como estúpido.

—Chicos, esto no es para... —intentó decir la señorita Stacy, pero la interrumpí.

—Si estoy enamorado o no de Anne es mi problema. Y créeme, Billy, no quieres meterte conmigo.

Levantó sus manos en señal de rendición y se encogió de hombros. Le sonreí a Anne, que me miraba con el ceño fruncido y luego me senté tranquilamente en mi asiento. La señorita Stacy estaba de brazos cruzados. Optó por no decirme nada y continuar con la clase.

Ya sabían todos los maestros que era imposible hacer que me callara porque siempre interrumpía cada clase. Lo sé, soy un amor.

Ahora, ¿por qué le había dicho eso al idiota de Billy? Me enteré que mientras venía a la escuela, él la estaba molestando y por poco atropellan a Anne cuando él la empujó. Si no fuera por Cole, no me entero.

Y delante de mi nadie va a hacerle algo. El único que puede molestarla —y de buena manera, por dios—, soy yo.

Billy molesta a cualquier persona que sea diferente a él, pero con Anne se la toma mucho más. No me molestaría darle un buen golpe si se atreve a hacerle algo más.

—Blythe —susurró alguien a mi lado. Mire y era Cole, que me estaba entregando un papel doblado—. Es de Anne.

Lo tomé y lo abrí.

Gracias por eso, aunque no era necesario, de verdad.
-Anne

Con el ceño fruncido, tomé el lápiz que me prestó y le escribí:

Claro que era necesario. Él es un bravucón. Para mi sería un gran placer romperle la cara por defenderte.
-Gilbert

Se la pasé a Cole para que se la entregara a Anne, que estaba detrás de él.

Pronto me llegó otra nota.

Que agresivo. Realmente no te preocupes, estoy bien. Algún día se le pasaran las ganas de molestar.
-Anne

Volví a escribirle.

Razón número 9: ERES DEMASIADO BUENA PERSONA. Piensas demasiado bien de cualquiera y crees que a Billy se le va a quitar lo idiota, cuando no es así. Dios, Anne, te voy a defender quieras o no. Es más, ahora voy a ser tu guardaespaldas.
-Gilbert

Cole recibió la nota con gesto cansado y se la dio a Anne.

Me quedé mirando hacia tras para ver su reacción.

Se rio y miró en mi dirección, dándome una sonrisa demasiado hermosa que me dejó sin respiración. Escribió algo y antes de que se la pasara a Cole, él soltó un bufido y nos señaló.

—Como dijo mi poderosísima Hermione Granger, ¡No soy una lechuza! Hablen en persona, joder, y comanse la boca, que la tensión sexual se siente a kilómetros —dijo, negando una y otra vez con la cabeza.

No me hubiera importado mucho si solo hubiéramos escuchado nosotros dos, pero toda la clase nos estaban mirando. Anne, muerta de vergüenza y sonrojada a más no poder mientras que yo sonreía con arrogancia.

—Es que es difícil de conquistar —les dije a todos, a lo que rieron. Incluso la señorita Stacy.