Cena.
Parte 1.
Tomé el ascensor con la mente perdida en todo lo que hacía, mi cuerpo se manejaba por lo que rutinariamente realizaba. Crucé mis brazos y apoyé mi cuerpo en la caja metálica mientras descendía al piso 1. Llegué a las oficinas y me dirigí a mi cubículo para sentarme e intentar procesar la escena de la que acababa de ser parte. Romano se acercó al cubículo de Heather y le dijo algo al oído para luego ambos desaparecer, miré a mi amigo, él pareció no darle importancia ¿Estará bien? Es extraño que Scott no la miré con nostalgia.
Miré el tablero y luego el cubículo de Mike, estaba vacío.
- ¿Estás bien? –preguntaron. Giré mi vista para ver a Miller, intenté sonreír.
- Si –susurré. En realidad, mi mente estaba en un limbo ¿Hunt había peleado para demostrar que le importaba? ¿Él creía que lo había usado?
- ¿Segura? –asentí- Te vi entrar algo perdida.
- Sólo discutí con alguien –largué- Pero ya pasó –intenté concentrarme en el agente que me hablaba. Él se cruzó de brazos y me observó intentando comprenderme.
- ¿Necesitas ayuda con algo? –negué, él largó aire- A veces está bien recibir ayuda de los demás, Mia.
- Lo sé, pero no podes ayudarme con esto –hizo una mueca algo disgustado.
- Ya que no vas a decirme nada –tomó aire- Quería pedirte que me acompañes a una cena, Romano va a hacer una cena en su casa y todos van a llevar a su pareja –giré en mi silla para encender mi computadora.
- No.
- Mia –giró mi silla para que lo viera- Deja que te explique –su cercanía era tal que tuve que apoyarme en el espaldar de mi silla para guardar distancia. Aún no lograba perdonarme por haber dejado que la otra noche llegáramos tan lejos- Sé que no somos pareja y no quiero presionarte, sólo quiero invitarte como amiga.
- Joe –puse mi mano en su pecho- Con gusto te acompañaría como amiga al fin del mundo, pero pedirme que vaya a la casa del novio de mi amiga que tanto detesto, es demasiado para mí.
- No quiero llevar a nadie más –siguió como si no me hubiera escuchado- Y los chicos van a estar con sus parejas, no quiero ser el que esté solo –tragué en seco. ¿Los chicos? ¿Con sus parejas? ¿Hunt será uno de esos "chicos"? Seguramente llevaría a Allison como pareja. Bien, otro motivo para no ir.
- A veces hace bien recordar lo bien que hace estar solo –volví mi vista a la Mac- Mi respuesta sigue siendo no.
Él largó una bocanada de aire.
- No quería usar esto como recurso pero no me das más opciones –se sentó en mi escritorio- Si aceptas ser mi acompañante vas a poder investigar lo que quieras de ellos –mis ojos se desviaron de la Mac al rostro de Joe.
- ¿Qué? –él medio sonrió.
- ¿Crees que no me di cuenta lo que intentabas la otra noche? –tragué en seco- Mia, te conozco, hay algo que queres saber de los agentes al mando –bajé mi vista a la computadora. No podía decir por qué los investigaba y a la vez me moría por aceptar esa invitación y encontrar algo con valor probatorio- No necesito que me digas la razón de tu investigación, me basta que digas que sí a ser mi pareja por esta noche –apoyé mi espalda en la silla. Joder. Encontró mi punto débil. Evalúe los pro y contras rápidamente, si no iba perdería la oportunidad de encontrar algo que culpe a alguno de los dos o simplemente algo que los exonere de sospechas, de lo contrario, si iba, debería ser la persona más cara dura del mundo, ya que estaría rodeada de personas que no tolero en este momento y juraría que yo tampoco era del agrado de Romano, Heather y Hunt.
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INFILTRADA: en el infierno. (En edición)
Storie d'amoreMia Davis es una agente especial del FBI que no se ha destacado en su corta instancia en la agencia de Washington DC., sin embargo, un allanamiento nocturno logra cambiar el rumbo de su carrera al hacerla protagonista de una investigación de gran ca...