Tropiezo Con El Amor[#1 Coincidencias Del Amor] Completa ✅

Capitulo 34.Lo puedes abandonar cuando quieras

capítulo 34.

Regresamos temprano anoche.

Ahora Sebas se fue a la notaría a hacer le traspase de bienes.

Estoy hablando por teléfono con Nicole.

—Amiga lo puedes abandonar cuando quieras—afirma sería.

—Tienes para todo lo de tus padres-me recuerda—Hasta si te demanda tienes para pagarle la millonada que te pida—exclamó emocionada.

—¿Me dejas hablar?—alce una ceja, ¿para qué?, no se, ella no me está viendo.

Estoy en la casa de mi madrina. Esta mañana pasamos las maletas para dormir aquí.

Nos vamos mañana en la noche.

—Estuve pensando mucho desde que paso todo, lo amo, amiga, quiero estar con él, ya esto para mí no es sólo un contrato—me sincero.

—Cuando todo empezó dije que solo lo intentaría para ver qué pasaba, pero ahora estoy segura que tome la decisión correcta, estoy bien-le aclaré.

—Esta bien, pensé que serías una millonaria divorciada y tía consentidora pero bueno—puedo descifrar desde aquí la cara de drama que debe tener.

—Lo de divorciada no, tía consentidora siempre—sonreí.

—Ah por cierto ¿adivina?—comentó en su tono chisme.

—¿Que. ¡Dímelo!—exigí.

¿Será lo que creo?

—Eres la hermosa tía y madrina de una hermosa y sana bebita—brinque de la felicidad.

—¡OMG!, ¡te lo dije!, yo lo sabia, ya dije que soy bruja, ¿cierto?, yo hubiera ganado esa apuesta.

—¡Ay mujer!

—¿Que dice el padre?-instigue curiosa. Seguro se murió.

—Casi se desmaya cuándo lo supo, pidió que me repitieran en eco 3 veces, lo quería matar en ese momento—expresó molesta.

—Jaja, el karma amiga, sorry—fingí empatía, solo la estoy molestando.

—¿Y ahora tú para cuando?—preguntó en su tono curioso.

—Pronto.

—¡¿Qué?!, ¿no y que iban a esperar ahora que tuvieran tiempo?

—Es mi decisión y creo que nunca estaré lista por completo, y en este momento lo quiero, lo hubieras visto jugando con los niños.

—Te ablandaste amiga—se escucha ruido, ¿dónde estará?

—¡Ay ya!—dije con fastidió

—Te dejo amiga, estamos en el centro comercial preparando el cuarto, hablamos luego— se despidió, pensó que colgó, pero la llamada seguía en curso.

—Alex ya te dije que esas cobijas no, ¡pide la hipoalergénicas!—le gritó y se cortó la señal.

Negué ,¿que harán esos dos con una bebé recién nacida?

—Adriana—llamó mi atención Sebastián llegando a la cocina.

—¿Dime?—pregunte sin verlo.

Estoy haciendo un pastel.

—Tengo un sorpresa—me abrazó por detrás

—¿De que se trata?—me volteé hacia él.

—Ven te lo enseño—me jaló de la mano.