Tropiezo Con El Amor[#1 Coincidencias Del Amor] Completa ✅

Capitulo 48.Los perdono.

Capitulo 48.

Nicole al fin se mudó, por lo que somos vecinas de nuevo.

Digamos que estoy de paso, llevo 2 días quedándome con Sebastián y no me quiere dejar volver, al menos no aún.

Le expresé mi idea a Nicole y ahora espero a ver qué me dice.

—¿Entonces que dices?—pregunte.

—Por mi encantada, pero ¿ya escogiste a los padrinos?—tomó de su jugo.

—Sabes que por mi encantada que fueran ustedes pero se vería medio egoísta ¿no crees?, ya que igual vamos a ser compadres.—mencioné, sé que no debemos llevarnos por opiniones ajenas pero de igual forma hay que tener algo de cordura.

—Si tienes razón.

—Estuve pensando en Carol o Paola.

—Paola. Carol no es el mejor ejemplo, si se entera me deja de hablar.

—Lo sé, creo que será Paola y le diré a Sebas que escoja a uno de sus amigos.

—Es lo mejor y ¿cómo van ustedes?—le agregó su tono pícaro.

—Muy bien.—no le di detalles

—Detalles.—exigió.

—No nada de eso solo digo que estamos bien.

—Y ahora viven juntos.—siguió hablando.

—Se puede decir que si.—respondí.

—Pero no están casados.

—Tú eres la menos indicada para decirme eso.—le recordé.

—Yo no duermo con él, tampoco lo beso o abrazo y mucho menos...

—Si si, ya entendí, déjalo ahí.

—¿Bueno que día entonces?, tengo que cambiar alguna cosas para que sea rosa y azul.

—¿El sábado te parece?

—Si perfecto, hablo con el padre de una vez y listo.

—Genial.

—Será tan adorable, verlos juntos vestidos de blanco—hablé entusiasmada.

—Lo dices cómo si se fueran a casar—me miró mal

—No empieces con tus cosas Nicole.

—Ay bueno. ¿haremos la fiesta aquí no?

—Si supongo.

—Déjame le aviso a Álex.

—Te veo preocupada—mencioné

Se sentó y exhalo para hablar.

—Alex se quiere ir a Italia.

—¡¿Que?!, ¡¿por qué?!—exclamé conmocionada.

—Sus abuelos viven allá y es más unidos con ellos que con sus padres.

—Aja ¿y?

—No quiere dejar a Lucía, quiere que me vaya con él, dice que allá no nos va a faltar nada, podré trabajar y hacer lo que quiera laboralmente.

—¿Pero tan lejos?

—No quiero irme de mi país de nuevo, al menos no por ahora, hablaré con el.

—¿Sabes que te extrañaría, no?

—Claro que si, pero recuerda que en el primer año de universidad tú estabas en Boston y yo en en Inglaterra por el intercambio que hice.

—Tienes razón pero ahora ambas tenemos retoños.