Capitulo 41. Nos veremos pronto.

3.4K 337 13
                                    

Capitulo 41.

Temo topármelo, eso es seguro, pero quedé con Miguel Ángel en la fundación. Me voy en 2 horas.

Subo al segundo piso dónde él me espera.

Toco la puerta y se escucha un pase.

—Adriana—me saluda de beso en la mejilla—Miguel Ángel— lo imito.

—¿Para que soy bueno?

—¿Te gustaría ser mi apoderado?, no se si sabrás pero nos estamos divorciando y como me voy a ir unos meses necesito a alguien qué me represente en una sociedad dónde soy dueña del 20%.

—¿Puedo preguntar por qué a mi?

—Por alguna razón eres la única persona en quién confío para dejarle esto, y también que eres el único empresario que conozco.

—¿Tus padres?

—Esa no es un opción.

—Entiendo, está bien, me haré cargo.

—Gracias.

—Tengo que salir a redactar el poder para que lo leas y firmes, espérame aquí,  le diré a mi asistente que te traga un café—asentí y lo vi salir.

Esperé sentada frente a su escritorio.

Su asistente entró y me dio el café, le agradecí y salió.

Lo deje arriba de la mesa.

—Miguel necesito que firmes...—se calló Sebastián a penas me vio sentada en la oficina de su primo.

Su semblante se puso tenso.

—Hola—fue lo único que logré decir.

Dejó unos papeles en el escritorio.

—¿Que haces aquí?—preguntó en tono acusatorio.

—Firmando un poder—le respondí igual.

—¿En serio planeas confiar en el después de lo que hizo su padre?— me mira incrédulo

—¿Con que cara me dices eso?, todos merecen una oportunidad.

—Todos menos yo al parecer—me mira serio.

—Supéralo, ¡ya no te metas en mi vida!—exclamé.

—¡Si me meto!, ¿sabes por qué?. Eres la mujer que amo, Dios por más que me demuestres cuánto me detestas no paro de hacerlo—se acercó.

—No tienes ningún derecho—me levanté para estar a su altura.

—Seamos honestos, estás huyendo, ¿no qué eras muy valiente?—sonríe cínico.

—No hagas que te diga lo que no he querido—hablo entre dientes

—Vamos dilo, sé valiente, enfréntalo—me retó.

—Vete, no tengo porque hablar contigo—me cruce de brazos.

—Oh disculpe usted.

—¿Deberías tocar la puerta no crees?—alce una ceja.

—Eso no me importa.

—Muy bien, me voy afuera.

Me toma del brazo

—¡Suéltame!—grito.

—Espero no te arrepientas de esto.—me mira muy cerca de mi rostro, no caigas.

—¿De dejarte?, ya firmamos el divorcio, ¿que quieres de mi?—digo cansada.

—Sabes que eso es lo de menos, ¿sabes cuantas parejas conozco que se han vuelto a casar?

Tropiezo Con El Amor[#1 Coincidencias Del Amor] Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora