Capitulo 36.Con esto puedes tener todo .

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Capítulo 36.

—Te voy a extrañar mucho—hice un puchero, está listo para irse un mes, el plan cambió y ahora es un mes .

—No más que yo a ti, prometo que si puedo regresar antes lo haré—asentí y lo abracé.

—A penas pudimos pasar dos días juntos.

—Pero fueron los mejores—negué riendo.

—¿Como sigues del resfriado?

—Ya estoy bien, los antibióticos me ayudaron, fui con la doctora y me dijo que estaba bien, y también me inyectó.

—¿Nada de bebés por ahora?—preguntó.

—Al parecer no.

—Estoy bien con eso, como esposo digo que aproveches este tiempo, decores la casa a tu gusto, y tomes el té.

—¿Y cómo empresario y abogado?

—Que nombres un apoderado de confianza, les notifiques a tus padres la inversión, te dediques a acoplarte a tu roll, está cerca de los que te puedas ayudar a mantener en pie tus negocios, y si alguien se mete contigo recuérdale que estás casada con uno de los mejores abogados del país, sin ánimo de sonar pretencioso—se acercó a mí.

—Lo tomaré en cuenta—le di un beso casto.

—Me tengo que ir, cuídate mucho, ¿de acuerdo?. Te amo—me abrazó.

—También te amo, prométeme que vas a volver y no te vas a separar de mi tanto tiempo.

—Lo prometo.

Le di un último abrazo y lo deje ir. No imaginé que me doliera tanto.

Me quedé sola, bueno con Beatriz.

—Lo amas mucho cierto—asentí, reprimiendo las lágrimas que amenazaban con salir.

—Ya tranquila—me abrazó—Vamos a hacer galletas—ofreció.

Rompí en llanto dramáticamente. Me recordó a mi madrina.

—Ya ven vamos, distracciones, eso necesitas.

—Esta bien—la seguí.

Me senté en el taburete de la cocina.

Ella sacó chispas de chocolate, harina de trigo, huevos, vainilla, mantequilla y azúcar.

—Bate esto—me pasó los huevos y la batidora.

El olor golpeó mis nariz, me pusé ambas manos en la boca y corrí al baño.

Expulse todo el desayuno, que asco. Odia vomitar.

Me lavo la cara.

Mejor me voy a trabajar para distraerme.

—¿Cómo te sientes?—preguntó sonriente.

¿Que mosca le picó?

—Ya mucho mejor, regreso en un rato, no puedo estar cerca de ese olor, y voy a llamar a mis padres—asintió, salí de la cocina y me metí en el estudio de la casa.

Marque el número de papá por video llamada.

—Hola hija, ¿cómo has estado?, nos tienes olvidados—comentó papá, mamá y él aparecieron en la pantalla.

—Hola padres, tengo buenas noticias—sonreí, se miraron entre ellos y rieron por mi cara.

—Son los dueños del 50% de la constructora Hamilton, Castillo y asociados.

Abrieron los ojos en shock.

—Estas bromeando, ¿cierto hija?, no tenemos para eso, a menos que tú esposo nos las haya cedido.

Tropiezo Con El Amor[#1 Coincidencias Del Amor] Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora